Definición de Cariño
Los seres humanos llamamos cariño a aquella inclinación de amor o afecto que se siente hacia una persona, un amigo, un familiar, la pareja, un hijo; hacia un animal, aquella mascota que nos acompaña día a día; o bien por alguna cosa u objeto, el anillo que nos regaló la abuela el día que anunciamos nuestro casamiento.
Inclinación afectuosa hacia una persona, objeto, animal
Abordada desde un punto de vista psicológico, el cariño, es una pasión del ánimo que está asociada con el afecto y el amor y sin connotaciones sexuales, está más vinculada a la simpatía y se manifiesta con una intensidad moderada en relación a otros sentimientos más fuertes como puede ser el amor.
La importancia de crecer y desarrollarse con cariño
La afectividad en general, y por supuesto dentro de esta el cariño, resulta ser un elemento clave para el desarrollo de cualquier persona. Si una persona crece rodeada de desprecios, carente de expresiones de cariño y afecto, lo hará con carencias y desajustes en su personalidad, serios y reales problemas que le podrían incluso traer aparejado un sinnúmero de trabas psicológicas de difícil resolución, porque como sabemos, aquello que se asienta durante los primeros años de la vida de una persona, difícilmente, luego pueda ser olvidado o quitado de raíz sin que antes no haya dejado sus huellas.
El sentimiento del cariño se encuentra estrechamente vinculado con la intimidad de una persona, por tanto, el cariño fundamentalmente se expresará y recibirá entre amigos, familiares, novios, cónyuges, entre otros.
Principalmente, el cariño bien transmitido y recibido ayuda a solidificar la personalidad de una persona, proporciona seguridad y hace difícil que se caiga en situaciones en las que la incertidumbre domina, además de ser un buen paño de lágrimas y el sentimiento ideal en el cual refugiarse cuando las cosas no salen bien o cuando se está pasando por algún mal momento producto de la pérdida de un ser querido.
Necesario en todos los momentos de la vida
O sea ninguna persona en el mundo puede vivir sin afectos, son absolutamente necesarios en todas las etapas de la vida. No importan si se es niño o adulto, siempre necesitaremos del cariño que nos profesa alguien. Si bien cuando somos más pequeños hay una mayor demanda de mimos y cariños, también los adultos mayores, que comienzan a padecer el paso del tiempo en sus mentes y en el plano físico demandan aún más el cariño de su gente cercana.
Casi siempre los afectos surgen de la interacción social.
En tanto, a la persona que se caracteriza por presentar una tendencia que manifiesta cariño se la denomina cariñoso. “Juan es el hombre más cariñoso que he conocido, siempre está dando muestras de su cariño a todos sus amigos”.
Todos los seres humanos sin excepción necesitamos que nos expresen y manifiesten cariño de cualquier manera, diciéndonos que nos quieren, con algún regalo preciado, con un gesto, entre otras posibilidades.
Entonces, para que la persona crezca íntegra e integralmente será necesario que se cuente con este sentimiento e inclinación en muy buenas dosis.
También, a la expresión y señal del sentimiento de cariño se la llama cariño. No paró de hacerle cariños durante toda la ceremonia.
Por otra parte, al esmero y cuidado con el cual se hace una labor o se trata a una cosa, se denomina cariño. Juan trata mi pelo con mucho cariño, por eso sigo yendo a su peluquería.
Y además resulta recurrente entre la gente el uso de la palabra cariño como apelativo afectuoso: cariño, ¿vienes a cenar hoy?
Cómo se expresa
Hay diversas maneras de expresarle a alguien cariño, con alguna acción concreta, con palabras, con gestos, con caricias, abrazos y besos, o con una mirada.
El cariño por los objetos surge por la cantidad de tiempo que nos acompañan y su relación con momentos felices
Debemos destacar también que el cariño que puede suscitarse por algún objeto o bien por algo que se posee no es el producto de una interacción como sucede con las personas con las que sí hay un ida y vuelta de gestos, acciones y demostraciones físicas. Con el bien u objeto en cuestión el cariño nace a partir de su posesión a lo largo del tiempo. Es decir, cuanto más tiempo pasamos con algo más nos vamos a encariñar.
A veces uno piensa cómo alguien puede tomarle enorme cariño a una prenda de vestir, por ejemplo una remera, y la respuesta está en que seguramente esa persona pasó muy buenos momentos vistiendo esa remera y por caso terminará asociando esa remera a la felicidad.
Trabajo publicado en: Jun., 2010.
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