Definición de Cerámica

Serena Cuoghi
Título de Profesora de Biología

Entendida actualmente como una de las principales formas de arte de fuego, la cerámica fue por mucho tiempo comprendida a través de una mirada funcional ya que todos y cada uno de los productos elaborados bajo esta técnica eran realizados con un fin o utilidad específico.

La cerámica es una de las actividades más antiguas del ser humano, quizás antecesora de muchas otras formas de arte. Cerámica en griego significa ‘sustancia quemada’ o ‘sustancia calentada’, por lo cual podríamos describir a esta actividad como la que se encarga de cocinar determinados tipos de materiales con el objetivo tal de solidificarlos y darles consistencia permanente. Las primeras formas de cerámica han sido encontradas en el último período de la Era de piedra de la Prehistoria, período conocido como Neolítico en el cual el hombre tuvo que comenzar a construir sus propios elmentos de almacenamiento para los productos agrícolas y alimenticios que producía. Este utilitario inicio primitivo en el desarrollo de la cerámica pronto permitió la incorporación de un sentido estético, plasmado en la decoración con motivos gráficos cuya complejidad discursiva también se aseguró su propio crecimiento, asentando los cimentos para una cerámica cada vez más artística que cumple con condiciones como:

1) priorizar el estilo estético por encima de la funcionalidad de la pieza;

2) adoptar formas esculturales, que en muchos casos rinden alegoría a otros elementos consistentes en la naturaleza o bien pertenecientes al imaginario cultural, representando deidades y seres mitológicos;

3) la implementación de pigmentos y esmaltes para su decoración, logrando un acabado que embellece y personaliza la pieza asumiendo la definición de un estilo específico, por medio del cual identificar a la obra en tiempo, tendencia e incluso autoría;

4) la versatilidad de su desarrollo plástico a través de los estilos, variando desde la representación figurativa hasta la abstracción, y de las dimensiones, haciendo posible la construcción de gigantescas obras, como los más de 6 mil soldados de terracota hallados en China, hasta las más diminutas piezas minimalistas que resaltan en la porcelana Lladró;

5) la incorporación de técnicas y herramientas procedentes tanto de otras artes y oficios, como del propio desarrollo de la tecnología centrada en la cerámica.

Que el ser humano se hiciera capaz de utilizar el fuego para su propio beneficio marcó una significativa transformación en su manera de relacionarse con el entorno, pues no solo le permitió explorar su potencial creativo en cuanto al trato que le daba a los alimentos, impulsándolo hacia la adaptación a una dieta cada vez más amplia y nutritiva, ayudándole por demás al control de los agentes patógenos que suelen contaminar los alimentos, sino que también se convirtió en un recurso a través del cual explorar el potencial oculto de transformación de los demás elementos que le brindara la naturaleza, a medida que el humano de la prehistoria iba desarrollando cada vez más destreza en cuanto al manejo de las altas temperaturas, hecho que hizo posible el surgimiento de las artes del fuego, entre las cuales se encuentra la cocción del barro que da origen y forma a la cerámica.

Historia: desde el Neolítico hacia el futuro

Asegurar con exactitud cuándo y dónde fue creada la primera pieza cerámica es algo que muy posiblemente nunca se podrá hacer, debido a lo dinámica, compleja y diversa que ha sido la historia evolutiva de la humanidad a lo largo de todos los continentes, pero de lo que sí se tienen claras evidencias, es que el trabajo de la arcilla descubierto hasta ahora, con piezas que remontan al periodo Neolítico, demuestran la importante relación que habría existido entre el desarrollo sociocultural y el cerámico de las civilizaciones más antiguas, con datas que llegan por los momentos hasta unos 20 mil años.

Las evidencias de estos hallazgos cerámicos nos narran la historia de cómo, a medida que las comunidades humanas comenzaron a asentarse y a desarrollar con ello la agricultura y la cría de animales, se fue haciendo necesaria la creación de métodos e implementos que permitiesen una conservación más prolongada de los alimentos que eran capaces de producir y recolectar, pero también revelen cómo bajo estas condiciones, la opción de fabricar todo tipo de vasijas y demás elementos utilitarios para el cumplimiento de dicho propósito, fue asumiendo su propia forma, sentido y trayectoria dentro de cada núcleo social, convirtiéndose en uno de los primeros medios de expresión creativa que aún nos acompañan en nuestros tiempos y cuyas particulares cualidades le garantizan que así lo seguirá haciendo prometedoramente en el futuro de la humanidad, llegando a ganarse entre estas y otras plásticas razones su merecido puesto dentro las bellas artes.

Belleza y contemplación tras el fuego

Elaborar una pieza cerámica representa la generación de una experiencia técnica y creativa, en donde se involucra el conocimiento del manejo de los elementos aportados por el barro y las diversas sustancias químicas que contribuyen en el logro de la textura y de los colores deseados, así como de las diversas reacciones con las que responden ante el calor, confiriéndole el carácter de oficio a través del logro utilitario y repetitivo de dicha experiencia, mientras que la autenticidad y exclusividad en la creación de piezas bajo la dirección creativa, califica al trabajo cerámico como un arte que posibilita también el desarrollo de formas esculturales y contemplativas, cuyo propósito se orienta con mayor énfasis al embellecimiento de los espacios e históricamente también a la representación física de la vasta diversidad de argumentos culturales, arraigados a los rituales y creencias de los pueblos.

Tradiciones, legados e innovaciones

La nobleza de la cerámica al dejarse amoldar de cualquier manera, ha facilitado su integración dentro de todas las corrientes artísticas, generando un vasto legado de piezas que reflejan la belleza creativa de cada cultura y sociedad, bajo la protección de la resistencia que el fuego le otorga ante el transcurrir del tiempo y las condiciones climáticas, con una perdurabilidad ancestralmente superior a la de cualquier otro recurso existente, exceptuando solo su quebradiza vulnerabilidad ante la torpeza, por lo que la cerámica artística se presenta también como una fuente de:

1) exploración constante de técnicas, sujeta a la propia creatividad, motivación y experiencia del artista;

2) preservación histórica de los hechos y del mismo oficio en sí, haciéndose parte de un legado transmisible de generación en generación que contribuye a su vez en la preservación de los patrimonios artísticos y artesanales de las familias y sociedades;

3) desarrollo sostenible en perfecta armonía con la naturaleza, como recurso para el sostenimiento económico de quien desempeña el oficio;

4) exposición y comercialización a través de galerías de arte, museos, ferias y tiendas, abarcando desde lo turístico y recreativo, hasta lo utilitariamente personal;

5) posibilidades terapéuticas que conjugan las sensaciones de bienestar, de los profundos estados de conexión personal generados a través de la disciplina y la creatividad, con el reequilibrio de la salud mental, ayudando en la mejora de la gestión emocional;

6) modernización constante por medio de la incorporación de nuevas tecnologías y enfoques conceptuales, perpetuando así su relevancia dentro del panorama artístico en todos los tiempos y culturas.

Hoy en día, y miles de años después, la cerámica es más que nada una actividad artística que ha evolucionado sobremanera. En este sentido, el ser humano ha podido desarrollar la cerámica con otros materiales que no fueran barro o arcilla, además de inventar novedosas e increíbles técnicas de patinado, decoración y coloreado arriba del material. Al mismo tiempo, las formas de las cerámicas han variado en gran modo y mientras que las primeras solían ser toscas y simples, hoy en día se pueden encontrar maravillosas obras de arte de alto refinamiento y delicadeza. Entre las diferentes técnicas de producción cerámica debemos mencionar a las que se conocen como terracota, la porcelana, la mayólica (típica de la isla de Mallorca), la loza y muchas otras.

Por: Serena Cuoghi. Profesora de Biología egresada de la UPEL. Docente especialista en Dificultades de Aprendizaje. Experta en PNL y Superaprendizaje. Desempeño en Ciencias Biológicas, e investigadora en Biodescodificación.

Art. actualizado: Marzo 2024; sobre el original de diciembre, 2009.

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