Definición de Códice
Los papiros y pergaminos eran el soporte material sobre el que se escribían los libros en la antigüedad. Cada ejemplar se presentaba en forma de rollo, un formato que ofrecía dos limitaciones importantes: cada rollo podía medir varios metros y resultaba difícil encontrar referencias concretas en ellos. Estas desventajas propiciaron la invención de una nueva forma de libro, el códice.
Proviene del latín codex, que significa libro o volumen. Por otra parte, el término libro viene del vocablo en latín liber, un vocablo que hace alusión a la corteza de los árboles. No es extraña esta etimología, ya que las primeras hojas donde se comenzó a escribir fueron las hojas de palma.
Los códices aparecieron durante los primeros siglos de la era cristiana
Las páginas de un códice estaban cosidas entre sí por un extremo. Para cubrirlo se empleaban dos sistemas: un paño decorado con algún ornamento o bien unas sencillas tablas. Los cristianos primitivos fueron quienes comenzaron con esta tradición, seguramente para diferenciarse de los eruditos judíos que seguían empleando los rollos tradicionales.
De manera gradual el códice se fue imponiendo sobre el rollo y hacia el siglo lV d. C su uso se generalizó. El nuevo formato ofrecía evidentes ventajas: era más fácil de manejar y las hojas de pergamino o papel se podían escribir en ambas caras. El lector que consultaba un ejemplar de un códice podía utilizar una mano para girar las páginas y la otra para tomar notas.
A pesar de las evidentes ventajas en favor de los códices, los rollos continuaron utilizándose en algunos contextos culturales (por ejemplo, en las escuelas rabínicas y en la tradición legislativa inglesa). No hay que olvidar, por otra parte, que en el teatro medieval continuó empleándose el rollo y no el códice (la expresión inglesa «actor´s role» significa literalmente rollo del actor y hace referencia a esta tradición).
Con la invención de la imprenta en el siglo XV los códices dejaron de escribirse a mano
Durante la Edad Media la producción de libros se realizaba de manera artesanal. Quienes se dedicaban a esta tarea eran los monjes escribas y su labor era realizada en el scriptorium de las bibliotecas monásticas (la palabra manuscrito significa literalmente escrito a mano y proviene del vocablo en latín «manum scriptum»).
En la elaboración de cada códice trabajaban normalmente cuatro monjes, pues se trataba de una actividad muy laboriosa y especializada
Cuando aparecieron las primeras imprentas se alzaron algunas voces en contra, ya que se temía que la difusión del conocimiento propiciara la herejía y la propagación de todo tipo de mentiras. En cualquier caso, con la invención de la imprenta los libros impresos sustituyeron a los códices. El primer libro que fue escrito con tipos móviles fue la Biblia.
En la era digital en la que nos encontramos, el libro tradicional compite con el electrónico. Al igual que los códices ofrecían una serie de ventajas sobre los rollos, los libros electrónicos también ofrecen algunas cualidades ventajosas: no ocupan espacio ni acumulan polvo, no se pierden y no se deterioran.
Fotos: Fotolia – Jokter / Valery Sibrikov
Trabajo publicado en: Dic., 2018.
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