Definición de Coeducación
Se llama coeducación a la educación integral de hombres y mujeres, llevada a cabo en convivencia, es decir, ambos géneros reciben la misma educación en una misma institución escolar, sin realizar ningún tipo de discriminación en el proceso educativo con respecto a las diferencias de sexo.
Sistema educativo que prioriza una enseñanza mixta en la que no hay diferenciación por géneros y prima la igualdad
La premisa, la bandera que enarbola este método es el principio de igualdad entre los diferentes sexos, o sea, que disponer de tal o cual género no sea un obstáculo o un problema a la hora de la educación.
Esto implicará que se descarten de plano todo tipo de diferencias y asimismo cualquier acción dominante que doblegue a un sexo sobre el otro.
¿Cómo funciona?
En la coeducación se procurará que cada género conozca en detalle las realidades, las historias y también las diferencias que existen entre hombres y mujeres para sobre esta base desarrollar un proceso de educación igualitario, equitativo, considerando las diferencias, pero siempre tendiendo a la unidad de los seres humanos y que todos debemos ser considerados iguales ante la ley y en materia de derechos.
Que la educación, que es el proceso de socialización y de aprendizaje por excelencia para que una persona se desarrolle conforme, ética e intelectualmente, tenga en cuenta como pilar fundamental de su tarea educar a todos los individuos por igual, independientemente del sexo que ostenten, es sin dudas el mejor camino a seguir y a tomar porque se alecciona a los niños desde sus primeros años a respetarse más allá de las diferencias que los géneros proponen.
Un pasado hostil para las mujeres que preferían estudiar
Si nos ponemos a hacer historia, hace un par de siglos atrás nomás, las mujeres, siempre consideradas en el plano social un paso más atrás que los hombres, padecían muchísimo la discriminación en el estudio, incluso, en estos tiempos ni siquiera se discutía la separación de la enseñanza, por un lado los hombres y por otro las damas, sino que había un escenario aún peor, a las mujeres no se les permitía acceder a la educación formal, limitando su rol a lo doméstico. En tanto, aquellas mujeres valientes, que hubo muchas, que se rebelaban ante este estado de cosas, peleaban, y hasta se disfrazaban para poder educarse, pero claro, el contexto era de lo más hostil.
Debemos destacar que a este tipo de enseñanza se la suele denominar educación mixta.
La educación diferenciada
En las antípodas de esta forma se encuentra la educación diferenciada, también conocida como educación separada por sexos, porque justamente es un tipo de educación que separa a los alumnos dependiendo de su sexo. Este modelo es uno de los más extendidos en el mundo occidental y la excusa para sostenerlo a través del tiempo ha sido que de esta manera se estarán facilitando las mejores oportunidades para cada sexo, porque se los estará tratando específicamente a cada uno, con las diferencias propias que establece el género de cada cual.
Hasta comienzos de los años sesenta del siglo pasado la anterior fue la modalidad reinante y dominante, especialmente en las instituciones católicas, en tanto, en las últimas décadas, aún las más reticentes instituciones católicas fueron ampliando sus horizontes y por eso es que hoy podemos hablar de coeducación o de educación mixta en muchos colegios religiosos.
Ventajas de la coeducación
Quienes se profesan a favor de la educación mixta o coeducación consideran que la igualdad de oportunidades y de derechos de los sexos y la igualdad en lo que respecta a educación, será lo que promoverá que la discriminación como consecuencia del sexo sea una anécdota del pasado solamente.
Por tanto, la educación debe ser el comienzo de esa tendencia hacia la superación de las desigualdades.
Luego de la familia, la escuela es el ámbito de socialización por excelencia con el que contamos los seres humanos y por tanto, si desde aquí ya se emiten las primeras señales contra la discriminación se estará yendo en el camino correcto para que el día de mañana estén creadas las condiciones para el acceso igualitario al mercado laboral y también para el cambio cultural respecto de los roles atribuidos a hombres y mujeres, es decir, papá puede cuidar perfectamente de los niños mientras mamá trabaja y viceversa.
Solo así, quienes se encuentran a favor que los hombres y mujeres reciban en el mismo ámbito la educación, consideran que se llegará a lograr una sociedad más equitativa y justa en todo sentido.
Trabajo publicado en: Oct., 2010.
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