Definición de Cono Sur
América como continente de una gran extensión se divide en tres grandes territorios: Norte América, América Central y América del Sur. Desde un punto geográfico América del Sur presenta en su parte más austral una forma geométrica cónica y, por este motivo, se habla del Cono Sur.
Un concepto geográfico y político
Si partimos de la figura del cono como referencia, en el vértice del Cono Sur se encuentra el Cabo de Hornos y las dos rectas del cono conectan con el Océano Pacífico y Atlántico. La parte superior de la figura se corresponde con el área geográfica de Argentina, Chile y Uruguay. La extensión geográfica de este amplio territorio supera los tres millones de kilómetros cuadrados, una superficie muy superior a la República de Argentina.
El concepto geográfico de Cono Sur tiene implicaciones políticas y estratégicas diversas: hay un Mercado Común del Cono Sur o Mercosur que hace referencia a varias naciones de América del Sur, así como toda una serie de vínculos comerciales o entidades con la denominación Cono Sur).
Desde un punto de vista cultural e histórico los territorios del Cono Sur tienen evidentes puntos en común: el español como lengua compartida, una historia similar marcada por el proceso de descolonización en el siglo XlX y unos intereses geoestratégicos compartidos.
El espacio común como idea de unificación
La existencia del Cono Sur como realidad geográfica con una dimensión política y cultural nos recuerda otros ejemplos similares de alianzas (la Unión Europea, el eje de países mediterráneos o la Alianza del Pacífico). Sin embargo, en ocasiones los vínculos geográficos no son determinantes para crear algún tipo de comunidad (por ejemplo, la Commonwealth de inspiración británica o la francofonía tienen su origen en la historia de Gran Bretaña y Francia).
El lenguaje de las matemáticas en la geografía física
El uso de una terminología matemática en la descripción geográfica del planeta es relativamente frecuente. En este sentido, vale la pene recordar varios ejemplos: el Círculo Polar Ártico, la Línea del ecuador, el Meridiano de Greenwich o el Triángulo de las Bermudas. Estos ejemplos nos recuerdan que las formas geométricas van más allá del lenguaje matemático, pues sirven para mencionar cualquier descripción en la que haya una semejanza entre realidad y matemática. Algo similar ocurre con otras denominaciones geográficas, que se basan en otro tipo de similitudes (el cuerno de África o la denominación de la península itálica como la bota).
Fotos: iStock – Harvepino / chrupka
Trabajo publicado en: Ene., 2016.
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