Definición de Volcán
Licenciado en Biología
Los volcanes son el resultado de procesos geológicos perfectamente naturales y están relacionados con los movimientos de la tectónica de placas y con la dinámica de la litósfera. Un volcán es, en esencia, una abertura en la corteza terrestre a través de la cual el magma, compuesto de rocas y minerales fundidos y gases, puede escapar hacia la superficie. Cuando este magma emerge, al entrar en contacto con la atmósfera, pasa a denominarse lava. Pensemos en un volcán como una especie de tubo de escape gigante de la Tierra.
Formación de los Volcanes
Bajo la superficie terrestre o corteza (la parte superior de la litosfera) hay una capa de material rocoso en estado líquido, a altísimas temperaturas: el manto.
El magma del manto es menos denso que las rocas de la corteza, que son sólidas y tienden a quebrarse cuando están bajo presión. Por lo tanto, el magma buscará “salir a la superficie” a través de grietas y fisuras en la corteza terrestre. En ocasiones, esas grietas pueden ser fracturas en las rocas generadas por movimientos tectónicos y sísmicos, pero también el magma puede agrietar y abrirse paso a través de ciertas rocas.
Una vez que el magma alcanza cerca de la superficie, comienza a acumularse en una cámara magmática, una especie de reservorio subterráneo. A medida que el magma se acumula en la cámara, ejerce presión sobre las rocas circundantes. Esta presión puede acumularse durante miles de años hasta que finalmente se libera a través de una fisura que se abre en la roca del “techo” de la cámara. Por está grieta, el magma emerge de forma explosiva y es lo que se conoce como erupción volcánica.
Erupciones Volcánicas
Las erupciones volcánicas son eventos asombrosos y potencialmente devastadores. Cuando la presión en la cámara de magma se vuelve insostenible, el magma, junto con los gases y las rocas, se abre paso hacia la superficie. Esto puede ocurrir de diversas maneras, pero las dos principales son:
Erupciones explosivas
Estas son las erupciones más violentas. La lava de este tipo de erupciones es muy viscosa y atrapa los gases en su interior. El magma se acumula en la cámara y la presión dentro se incrementa, hasta que, finalmente, la explosión resultante libera una gran cantidad de material volcánico en el aire. Los materiales expulsados pueden incluir fragmentos de rocas rotas, cenizas y, por supuesto, lava.
Este tipo de erupciones son las más peligrosas y potencialmente devastadoras; porque el volcán explota y expulsa gran cantidad de material volcánico en un corto período de tiempo. Ejemplos notorios de este tipo de erupción incluyen el Monte Santa Helena en Estados Unidos en 1980 y el Monte Vesubio en el año 79 d.C., que destruyó la ciudad italiana de Pompeya.
Erupciones efusivas
En estas erupciones, el magma es menos viscoso y los gases pueden escapar con relativa facilidad. Esto conduce a un flujo de lava más fluido y menos explosiones.
Una erupción de este tipo, si bien puede liberar mucha lava, lo hace más lento. Un ejemplo de este tipo de erupción es el volcán Kilauea en Hawaii, que ha estado en erupción durante décadas.
Ejemplos de los tipos de volcanes
Además de la clasificación de los volcanes por el tipo de erupción que tienen, también los podemos clasificar desde la perspectiva de la geomorfología por el tipo de relieves volcánicos que forman. Los volcanes pueden tener una variedad de formas y tamaños, pero generalmente se pueden clasificar en cuatro tipos principales:
1. Los volcanes de escudo tienen una forma de domo o escudo invertido y no tienen una gran altura. Se forman debido a la acumulación de lava fluida. Son conocidos por sus erupciones efusivas y relativamente pacíficas. Muchos de los volcanes de la isla de Hawaii son ejemplos clásicos de este tipo de volcán.
2. Los estratovolcanes, también llamados volcanes compuestos, son los más conocidos por sus erupciones explosivas. Estos volcanes tienen una forma cónica pronunciada casi perfecta y están construidos por capas alternadas de lava, ceniza y roca volcánica.
La primera erupción del volcán genera una pila de cenizas y rocas sueltas llamado cono de cenizas. Si hay una erupción posterior, la lava cubre el cono y la estructura del volcán crece. A su vez, como el cono queda “protegido” por una capa de roca ígnea dura y resistente que hace que el cono se erosione lentamente. Así, mientras el volcán este en actividad, este tipo de relieves volcánicos siguen creciendo, al agregar cada erupción nuevo material al estratovolcán.
El Monte Fuji en Japón, el volcán Misti en Perú y el volcán Lanín en Argentina son ejemplos de estratovolcanes.
3. En ocasiones, las erupciones vacían por completo la cámara magmática, y todo lo que está por encima (incluyendo la propia estructura del volcán) colapsa y se forma un gran cráter donde antes había un volcán. Estos cráteres se denominan calderas volcánicas y suelen quedar ocupadas por lagos.
4. En el vulcanismo de fisura o fisural, la lava fluye al exterior a través de una o varias grietas en la corteza. Estos volcanes pueden ser tanto efusivos como explosivos, dependiendo del tipo de magma. El volcán Krafla en Islandia es un ejemplo de un volcán de fisura.
Zonas volcánicas y tectónica de placas
Los volcanes son la manifestación superficial de la tectónica de placas y de la dinámica de nuestro planeta. En los bordes de subducción, donde una placa tectónica se hunde debajo de otra, como ocurre por ejemplo en la costa oeste de América del Sur, donde la placa de Nazca se hunde lentamente debajo de la placa sudamericana.
La Placa de Nazca alcanza tal profundidad que se funde, y todo ese magma asciende a la superficie, generando un arco volcánico. En América del Sur, este arco volcánico, generado por la subducción de la Placa de Nazca se extiende por los Andes, desde el sur de Argentina y Chile hasta el norte de Colombia.
Donde dos placas se separan, se genera una dorsal mediooceánica. La dorsal es una gran grieta que recorre el borde de las dos placas que se separan y a través de la cual asciende el magma del manto.
Art. actualizado: Noviembre 2023; sobre el original de octubre, 2009.
Referencias
Tarbuck E.J., Lutgens F.K. (2005). Ciencias de la tierra: Una introducción a la geología física. Cap. 5.Escriba un comentario
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