Definición de Magma

Las erupciones volcánicas son una de las fuerzas terrestres que más nos impactan y con más capacidad destructora.

Cuando un volcán entra en erupción emite calor, gases y minerales que provienen de su interior. En cuanto a la formación de los volcanes, éstos se crean a partir de las placas tectónicas que conforman la Tierra y que al chocar producen una formación volcánica. En su interior hay un material caliente a gran profundidad, el cual tiene una tendencia ascendente que acaba derramándose sobre la corteza terrestre.

La formación del magma

Cuando hablamos de material caliente nos referimos al magma, que es una mezcla de roca fundida y compuestos volátiles o de tipo sólido. El término magma es de origen griego y se podría traducir como mezcla o pasta.

La formación del magma en el interior del volcán se forma lentamente a partir de la fundición de las rocas que, a su vez, se producen por la presión existente en las capas más profundas de la tierra. Hay que tener en cuenta, que la sustancia líquida del magma viene dada igualmente por las elevadas temperaturas en las entrañas de la tierra. Por otra parte, el magma solamente se produce en algunas áreas continentales, las llamadas zonas de subducción. De esta manera, el magma es el resultado de la presión, la temperatura y las condiciones geológicas. En cuanto a su situación exacta, se encuentra en la cámara magmática en el interior de la Tierra

Cuando un volcán entra en erupción el magma sale y se convierte en lava. Sin embargo, en ocasiones el magma se enfría en el interior de la tierra y se producen los denominados procesos plutónicos (básicamente consisten en la solidificación del material magmático y solo se producen cuando el magma no sale a la superficie).

El conjunto de cambios que afectan al magma son estudiados por la vulcanología, un apartado que forma parte de la ciencia de la geología.

Aspecto y composición química

El magma presenta un aspecto viscoso y fluido. Su composición química no es homogénea y puede variar en función de las condiciones ambientales y la temperatura Como norma general, está compuesto por dióxido de silicio, potasio, hierro, magnesio, aluminio y sodio, así como vapor de agua, dióxido de carbono y otros elementos menos comunes (por ejemplo, el azufre o el fósforo). Esta variedad implica que no todos los magmas sean iguales, por lo que la variedad de procesos químicos que le afectan es estudiada en un apartado específico, el magmatismo.

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