Constitución Española de 1931 - Definición, Concepto y Qué es

La actual Constitución española fue aprobada a través de referéndum en 1978. La forma de gobierna reconocida en la Carta Magna es la monarquía parlamentaria. Sin embargo, la anterior Constitución de 1931 tenía como forma de gobierno la república y estuvo en vigor hasta 1939 cuando finalizó la Guerra Civil Española. Esta fue la ll República en la historia de España, pues la primera tuvo lugar entre 1873 y 1874.

Principales contenidos del texto constitucional de 1931

En el título preliminar se pone de manifiesto que la nación española es una república democrática organizada en un régimen de libertad y de justicia. Así mismo, se indica que los poderes del estado emanan del pueblo español.

Si bien se hace referencia a la unidad de la nación, se reconocen los derechos históricos de algunas regiones españolas. Se establecen así las autonomías de Cataluña y el País Vasco. Paralelamente se reconocen los derechos de los hablantes del catalán, el vasco y el gallego.

Se establece una extensa declaración de derechos y libertades: libertad de circulación, derecho de reunión y manifestación, libertad de expresión, libertad de asociación y sindicación y la limitación de la jurisdicción militar. Así mismo, se establece el derecho al sufragio universal para mayores de 23 años y este reconocimiento incluye el derecho al voto de las mujeres.

Uno de los aspectos más destacables es la separación entre iglesia y estado. Esto implica la libertad de culto, es decir, la posibilidad de expresar cualquier ideal religioso.

La aprobación del divorcio y del matrimonio civil es otra de las singularidades del texto constitucional de 1931.

El contexto político de los primeros meses de la proclamación de la ll República

En la Carta Magna de 1931 se puso de relieve un intento de modernización del país, pues hasta entonces España estaba dominada por las oligarquías tradicionales. En abril de 1931 fueron convocadas unas elecciones democráticas que favorecieron las candidaturas republicanas y socialistas y esta circunstancia provocó la abdicación del rey Alfonso Xlll y la consiguiente proclamación de la República el 14 de abril.

El primer gobierno provisional estuvo presidido por Niceto Alcalá Zamora y convocó unas nuevas elecciones a cortes constituyentes en junio de 1931.

Una de las medidas que se adoptaron durante los primeros meses fue la aprobación presupuestaria para construir 5000 nuevas escuelas en todo el país. También se puso en marcha una modernización del ejército, lo cual provocó el rechazo de los sectores más conservadores de las fuerzas armadas. La separación entre iglesia y estado aprobada en la Constitución generó igualmente un notable malestar en la iglesia católica.