Definición de Contemporáneo
Doctora en Historia
1. Todo lo que se desenvuelve en el momento actual tomando como referencia los estándares modernos, es decir, que corresponde al presente o bien a un período cercano al mismo.
2. Personas o hechos que vivieron/ocurrieron en la misma época.
Etimología: Por el latín contemporaneus, con raíz en el verbo contemporāre, construido a partir del prefijo con-, en propiedad de encuentro, acompañado de tempor-, respecto de tempus, tempŏris, en cuanto a ‘tiempo’, y el sufijo -aneus, en propiedad de pertenencia.
Cat. gramatical: Adjetivo.
En sílabas: con-tem-po-rá-ne-o.
Contemporáneo
Lo contemporáneo son los procesos que ocurren entre los que viven y el tiempo en el que viven en su momento presente. Aunque genuinamente la historiografía ha realizado cortes temporales sobre la historia de la humanidad, donde ha considerado que el lapso entre la Revolución Francesa y las independencias latinoamericanas y nuestros días, es lo que puede comprenderse como contemporáneo o mundo contemporáneo, a esa primera racionalidad sobre el significado debemos añadirle otros matices que nos ayuden a entender que lo contemporáneo también es una construcción, como muchas otras, del mundo social.
Las enunciaciones sobre eso que anhelamos externar de lo que pasa en nuestros días no puede resumirse a la simpleza del transcurrir del tiempo -como forma mecánica-, debe asumirse como la vivencia de ese momento presente que al mismo tiempo es la vivencia presente de todos los demás, y la capacidad de conciencia que se tiene sobre esa complejidad de relaciones. Lo que alude a lo contemporáneo refiere aquello que es para mí en el ahora, y lo es también para el resto de la humanidad.
Hay una fractura entre quienes, como autores, como artistas, como creadores -en la más amplia extensión de la palabra- y desde luego como simples seres humanos deben lograr comprender el tiempo que les rodea y de forma simultánea atravesar la vida desde ese lugar. Solo el que puede comprender esta complejidad puede hablar del mundo contemporáneo, pues para entenderlo, no debe vivir sumido en la inocuidad de sus días sin concebir que no sólo pasa el tiempo, sino que pasa la conciencia del mismo a la vez que la de muchos más. Quiénes coinciden demasiado con la identidad de su tiempo, con esa época, que se entrelazan hasta lo imperceptible, no podrán percatarse de lo contemporáneo. Es imposible, pues como dije, para ello, hace falta la conciencia de la separación entre dichas existencias paralelas.
¿Lo contemporáneo es símil de lo maravilloso?
Esto sin duda alguna es el asunto primordial de las acepciones en torno a lo contemporáneo. Entender lo contemporáneo como adjetivo de un tiempo, de un momento de vida, no tiene que ver con chispazos vanguardistas ni conocer los lugares más populares del momento. Entender lo contemporáneo tiene que ver mucho más con la capacidad de mirar las hebras sociales tejidas en la anestesia de los días, deshilarlas y entender por qué se tejieron en un primer momento, observar de dónde vienen los hilos, dónde están los telares y, sobre todo, cómo ese trenzado hace parte del mundo, ahí sí, contemporáneo.
No sólo es la luz, sino también la oscuridad que nos envuelve. Asumirnos como, por ejemplo, historiadores contemporáneos tendría que ver con la capacidad de comprender cómo nuestro oficio tiene o no un lugar en la mentalidad colectiva, en las instituciones y estructuras de la sociedad y tiene menos o nada que ver, con buscar que tipo de narración, tema, o tópico podría estar de “moda” y así escribir y ser “contemporáneo”. Más transcendental aún, es entender que todo esto tiene que ver con la posibilidad de la elección. Quien no tiene conciencia de esto, quien no puede hacer la elección consciente es, sin duda, quien no puede hablar de la contemporaneidad, por consiguiente, hablarían, en todo caso, de la vida.
¿Cuándo inicia y cuándo acaba lo contemporáneo?
Si duda esto tiene que ver con la racionalidad formal del conocimiento, y del conocimiento histórico en particular. Es decir, las divisiones son totalmente un sesgo subjetivo que se nutre de ciertos eventos y características que ayudan a generar esas distinciones. Entonces, como ya mencioné antes, en teoría lo contemporáneo comienza con la Revolución Francesa en 1789, pero, ¿Cuándo termina? La respuesta podría ser que vivimos en esta etapa todos los días, pero hará falta que, en los procesos futuros, ocurra un suceso que otros, generaciones que tal vez aun no existen y que en los tiempos venideros voltearán al pasado buscando sus grandes quiebres o rupturas y, al igual que las demás divisiones históricas, sean una imposición de las percepciones ajenas a la vivencia de la propia cotidianeidad en el tiempo histórico. De esta manera, todos los momentos de la historia contienen un mundo contemporáneo que se vive a diario, aunque muy pocos sean capaces de abstraer una reflexión profunda de aquello que compete, caracteriza y da identidad a un momento de la existencia de la sociedad.
Es importante mencionar que es visión de lo que es o no contemporáneo, es la visión occidental de la comprensión de la historia. Habría que observar cómo se constituye este concepto y se interioriza en las sociedades del mundo no occidental, que en la actualidad constituye más de la mitad de la población mundial.
Art. actualizado: Abril 2023; sobre el original de marzo, 2010.
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