Definición de Corazonada

Se dice que alguien tiene una corazonada cuando presiente que algo va a suceder. En principio, la corazonada no tiene relación con ninguna capacidad sobrenatural sino que se trata de una intuición inexplicable desde un punto de vista estrictamente racional. En este sentido, la acción de presentir tiene unas características extrañas, ya que con ella se proyecta una acción futura que no puede ser conocida. Esto no quiere decir que el hecho de tener una corazonada sea algo irracional, pues puede tener un componente lógico y basado en la experiencia.

Si uno conoce muy bien a otra persona, es razonable que tenga un presentimiento sobre su conducta en el futuro (lo que ésta ha hecho en el pasado, permite imaginar o presentir lo que va a hacer en el futuro).

En el lenguaje popular la palabra corazón sirve para expresar ideas y emociones

Si bien nuestro cerebro es el órgano que regula los pensamientos y las emociones, en la vida cotidiana se habla del corazón como si este órgano tuviera un papel singular en todo lo relativo a las emociones. De hecho, decimos que alguien tiene el corazón roto o que su corazón está triste. Se puede afirmar que el músculo cardíaco es algo más que un simple mecanismo de bombeo, ya que popularmente es considerado como el símbolo de las emociones más intensas. Si el corazón tiene esta carga simbólica, es lógico que exista el concepto de corazonada.

Una señal de aviso

Por lo general, toda corazonada es una señal de aviso que nos informa sobre un problema, una amenaza o un riesgo. No sabemos cuál es su verdadero origen ni tenemos una explicación racional sobre este fenómeno. A pesar de ello, es muy probable que sea una información que provenga de nuestro inconsciente o bien se trata de una capacidad singular, también conocida como sexto sentido.

Corazonada, sexto sentido o intuición son conceptos que hacen referencia a una misma idea: nuestra posible capacidad para proyectar el futuro. La única forma de comprobar si una corazonada tiene sentido, es verificar a posteriori si el presentimiento coincide con la realidad de los hechos.

Al margen del debate sobre la función y el sentido de las corazonadas, hay que indicar que en ocasiones nos referimos a ella como un juego. Así, decimos que «tenemos la corazonada de que nuestro equipo va a ganar el partido». Este tipo de afirmaciones son igualmente ambiguas, pues con ellas se hace un tipo de predicción fundada en la intuición y, al mismo tiempo, todo ello combinado con la expresión de un deseo.

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