Definición de Democracia Ateniense
Los sistemas democráticos actuales tienen un precedente histórico: la democracia ateniense promovida por Pericles en el siglo V a. C.
Principales características del modelo ateniense
Todos los ciudadanos participaban en la Asamblea (ekklesia). Las decisiones relacionadas con los asuntos de la comunidad se adoptaban colectivamente. Esto implica que su modelo no era representativo, sino que se practicaba una democracia directa.
Para ser considerado ciudadano de Atenas era necesario cumplir algunos requisitos: que los padres fueran atenienses y haber cumplido la mayoría de edad (se alcanzaba a los 18 años, pero como era obligatorio realizar el servicio militar durante dos años, se empezaba a participar en la Asamblea a los 20). Los extranjeros o metecos no tenían derecho al voto, salvo que se les concediese la condición de ciudadanos por un decreto especial.
Los ciudadanos recibían una compensación económica por participar en la Asamblea popular. A lo largo del año se reunían con bastante frecuencia (se calcula que unas cuarenta veces).
Las propuestas que se debatían eran planteadas por un grupo de ciudadanos (Comité de los 50), los cuales estaban integrados en un colectivo mayor (Comité de los 500).
Los ciudadanos integrados en estos comités eran los cargos públicos del estado
Los miembros del Comité de los 50 ocupaban el cargo durante dos meses y los del Comité de los 500 lo hacían durante un año. Para formar parte de estos órganos se utilizaban dos métodos: el sorteo y la rotación.
El fundamento de la democracia ateniense tenía un eje fundamental: la discusión y deliberación de los ciudadanos en la Asamblea. Como pauta general las decisiones se adoptaban de manera consensuada.
En la actualidad el modelo de democracia directa que se practica en Suiza es el que más se asemeja a la democracia ateniense.
Filósofos como Platón y Aristóteles fueron críticos con el sistema democrático ateniense
Como en cualquier sociedad, la ateniense tenía una disparidad de opiniones con respecto a la democracia. Platón valoraba negativamente el gobierno del pueblo, ya que entendía que los gobernantes de la ciudad tenían que ser los filósofos, pues ellos eran las personas más dotadas y capacitadas para llevar el rumbo de la polis.
Para Aristóteles, la democracia como forma de gobierno tenía una debilidad: los demagogos podían manipular con relativa facilidad las opiniones que se defendían en la Asamblea.
En cualquier caso, la mayoría de atenienses consideraban que la felicidad individual no podía separarse del bienestar de la colectividad.
Fotos: Fotolia – Mannaggia / Askib
Trabajo publicado en: Oct., 2018.
Escriba un comentario
Contribuya con su comentario para sumar valor, corregir o debatir el tema.Privacidad: a) sus datos no se compartirán con nadie; b) su email no será publicado; c) para evitar malos usos, todos los mensajes son moderados.