Definición de Diáspora
Este vocablo proviene del griego y significa literalmente dispersión. En la historia del pueblo judío el concepto de diáspora se utiliza para hacer referencia a la disgregación voluntaria del pueblo judío en el siglo lll a. C durante el periodo romano, cuando por razones demográficas decidieron trasladarse a otros territorios, como Cartago, Egipto, Libia o el Imperio persa.
Hay que indicar que la idea de diáspora no debe confundirse con otra muy similar, galut. Mientras la galut es el exilio forzoso de los judíos a lo largo de su historia, la diáspora alude al proceso de dispersión geográfica.
Se trata, por lo tanto, de dos circunstancias semejantes y por este motivo la palabra diáspora es la más empleada para referirse a ambos fenómenos.
El concepto de diáspora tiene relación con los judíos que vivían más allá del territorio de Jerusalén
En la antigüedad los judíos se dividían en dos grupos: los que vivían en Jerusalén y que practicaban su religión con criterios tradicionales y los que estaban integrados en otras culturas. Éstos últimos hablaban normalmente varias lenguas y eran personas cultas que se dedicaban al comercio o a una actividad profesional reconocida. Los judíos de la diáspora mantenían sus rituales religiosos en las sinagogas.
Por otra parte, ayudaban económicamente a sus hermanos judíos que vivían en Jerusalén. Por entonces, los romanos mantenían una cierta tolerancia hacia las creencias y la cultura de los judíos de la diáspora. En este sentido, el senado romano autorizó a las distintas comunidades judías para que pudieran mantener su estructura organizativa interna en las distintas sinagogas. Por lo tanto, los judíos de la diáspora podían practicar sus ritos sin entrar en conflicto con la autoridad romana.
La expulsión de los judíos de España en el siglo XV es uno de los episodios más conocidos de la diáspora
En 1492 los judíos españoles o sefardíes que no quisieron convertirse al cristianismo fueron expulsados del país. Los Reyes Católicos fueron quienes dictaron la orden de su expulsión, , pero quien realmente la promovió fue el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición.
Son varios los motivos que explican este hecho: la imposición de la unidad religiosa en España, la confiscación de los bienes de los judíos para aumentar las arcas del estado y el rechazo de una parte de la sociedad hacia la población judía. En cualquier caso, su expulsión produjo una nueva diáspora. Los hebreos expulsados se dispersaron en territorios muy distintos: norte de África, el Imperio Otomano, Países Bajos y América Latina.
Muchos de los sefardíes de origen español que tuvieron que emigrar forzosamente mantuvieron sus costumbres y creencias. De hecho, después de más de 500 años todavía se habla el idioma sefardí o judeoespañol en algunas partes de Israel, Turquía y otros territorios del Mediterráneo. En los últimos años el estado español ha otorgado la nacionalidad española a todos los sefardíes que la han solicitado. Con la concesión de la nacionalidad española se quiere reparar la injusticia histórica que se cometió contra los judíos en el siglo XV.
En la actualidad el estado de Israel tiene un ministerio de Asuntos de la diáspora
Esta institución promueve las tradiciones hebraicas en todas las comunidades judías diseminadas por el mundo. Esta iniciativa pretende afianzar la identidad del pueblo judío.
Foto: Fotolia – Morphart
Trabajo publicado en: Abr., 2017.
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