Definición de Efecto Invernadero
Licenciado en Biología
El efecto invernadero es un fenómeno natural que ocurre en la atmósfera y que tiene una importancia decisiva en la regulación del clima en la Tierra.
En la Tierra, como en cualquier otro planeta cercano al Sol, como en Venus o Marte, el calor del sol caliente la superficie durante el día, pero por la noche, ese calor se pierde hacia el espacio, entonces la superficie del planeta se enfría y la temperatura entre el día y la noche puede variar mucho, por ejemplo, en ciertas zonas de Marte, durante el día puede hacer 20 ºC y de noche, -80 ºC: 100 ºC de diferencia entre el día y la noche.
Pero eso en la Tierra no ocurre: nuestro planeta se enfría por las noches, pero apenas unos 10 o 20 grados y tampoco presenta, salvo en los polos, temperaturas extremadamente frías como una noche cualquiera en Marte. Nada de eso sucede, porque la Tierra tiene la capacidad de conservar el calor del sol, lo que hace que su temperatura sea mucho más cálida, pero principalmente que varíe menos y, por consiguiente, que el clima sea más benigno. Sin ese clima benigno y esta capacidad de la Tierra de conservar calor, probablemente la vida no sería como la conocemos.
Un invernadero de gas
Un invernadero es un cubículo, usualmente de vidrio, y en el interior se cultivan plantas que precisan cierta temperatura. La función del invernadero es retener el calor y la humedad y evitar que la temperatura del interior se vuelva más fría de lo que requieren las plantas para sobrevivir. El efecto invernadero funciona de forma similar a un invernadero: ambos evitan que escape el calor para mantener cálidos el interior.
El efecto invernadero es un fenómeno natural que ocurre en la atmósfera de la Tierra en donde se acumulan ciertos gases como el dióxido de carbono, el metano, el vapor de agua y algunos otros. Esta capa retiene el calor del sol en la atmósfera, lo que hace que la temperatura promedio del planeta aumente. Estos gases son conocidos como gases de efecto invernadero. Es importante destacar que el efecto invernadero se da porque la atmósfera de la Tierra tiene la propiedad de tener esos gases, y que los gases de efecto invernadero se producen de manera natural también, y en el pasado de la Tierra se produjeron sin ningún tipo de intervención humana.
Los principales gases de efecto invernadero son
• Dióxido de carbono (CO2): Es el gas de invernadero más común y se origina naturalmente durante las erupciones volcánicas, la descomposición de los organismos muertos y la respiración de los seres vivos (nosotros y todos los seres vivos exhalan dióxido de carbono). Las actividades humanas como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la agricultura originan grandes cantidades de CO2 que se incorpora a la atmósfera.
• Metano (CH4): Se origina principalmente a partir de la ganadería, la industria de los combustibles fósiles y la eliminación de residuos.
• Óxido nitroso (N2O): Se origina principalmente a partir de la agricultura y la industria.
• Clorofluorocarbonos (CFCs): Estos compuestos se utilizan principalmente en los sistemas de refrigeración y aire acondicionado, y son conocidos por su alto poder de calentamiento global. Estos gases también son responsables del agotamiento del ozono, la causa del agujero de ozono, lo que ha llevado que muchos países limiten o prohíban su uso.
Efecto invernadero y calentamiento global
Si no existiera el efecto invernadero, la temperatura promedio global en la Tierra sería más baja. Sin la capacidad de retener el calor del sol en la atmósfera, la mayor parte del calor se escaparía al espacio y quizá tuviéramos noches polares como las de Marte. Los océanos también estarían congelados en parte por el intenso frío. El efecto invernadero es necesario para mantener una temperatura adecuada para la vida en la Tierra.
Sin embargo, cuando hay un exceso de estos gases en la atmósfera, el efecto invernadero se intensifica y la temperatura global aumenta: esto se conoce como calentamiento global. Estamos en un periodo de calentamiento, que empezó hace unos 12 mil años, cuando finalizó la última glaciación del pleistoceno (la de la película) y comenzó el período cálido actual, que conocemos como Holoceno.
A partir de entonces, el clima de la Tierra se calienta, con el agregado de que las actividades humanas han generado y generan grandes cantidades de gases de efecto invernadero; y, además, se han deforestado grandes extensiones de bosques y otros biomas, que tienen la capacidad de absorber dióxido de carbono y “sacarlo” de la atmósfera. Ese incremento de los gases de invernadero en la atmósfera ha intensificado el efecto invernadero y ha hecho que el ciclo de calentamiento se acelere mucho. La temperatura de la Tierra se ha elevado casi 2 °C desde fines del siglo XIX, pero la mayor parte de ese calentamiento ha ocurrido desde 1950. Dos grados parece poco, pero no lo es cuando ponemos en perspectiva que, en el pasado, sin intervención humana (porque no existíamos) una diferencia de 2 ºC llevaba miles de años en producirse, no solo 50 años. El ritmo de calentamiento actual no tiene precedentes en la historia climática de la Tierra y la principal causa de esta aceleración son las grandes cantidades de gases de efecto invernadero que aportan las actividades humanas.
No es posible predecir hasta qué punto llegará el calentamiento global, ni si se detendrá o se revertirá en algún momento. Lo único que está en manos de la sociedad es reducir las emisiones de gases de invernadero para “frenarlo” un poco.
Hay varias estrategias que se pueden implementar para esto, algunas de ellas son:
• Reducción de emisiones: La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente el dióxido de carbono (CO2). Esto puede lograrse mediante la adopción de fuentes de energía “limpias” y renovables, como la energía solar y eólica en lugar de los combustibles fósiles (petróleo, gasolina, carbón), y mediante la mejora de la eficiencia energética en la industria y en los edificios.
• Agricultura sostenible: La agricultura sostenible puede ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y al mismo tiempo mejorar la productividad agrícola. Esto puede lograrse mediante la adopción de prácticas agrícolas más eficientes en el uso de recursos, como la agricultura de conservación y la agricultura orgánica.
• Conservación de los bosques y selvas: Ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al evitar la deforestación. Las plantas absorben dióxido de carbono para la fotosíntesis y de este modo lo “secuestran” de la atmósfera. El CO2 secuestrado ya no puede participar en el efecto invernadero. Las grandes superficies de bosques y selvas retienen enormes cantidades de dióxido de carbono, y si se talan o se pierden por algún motivo, no solo que la capacidad de secuestro de CO2 por los bosques será menor, sino que todo el CO2 que contenían las plantas vuelve a la atmósfera cuando estas mueren.
A nivel personal, llevar un estilo de vida más sostenible, que incluya la reducción del uso de combustibles fósiles, utilizar más el transporte público masivo o reemplazar el trasporte motorizado cuando sea posible por una caminata o la bicicleta, puede ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel personal. Sin embargo, son necesarios esfuerzos globales para mitigar el cambio climático, ya que el problema es mundial y requiere una respuesta política coordinada de todos los países. La implementación de acuerdos internacionales como el Acuerdo de París es esencial para abordar el cambio climático de manera efectiva, aunque por el momento, la mayoría de las políticas al cambio climático se quedan en ser declaraciones de buenas intenciones, mientras que las políticas de sustentabilidad llegan en cuentagotas y pocos son los países que las están implementando.
Art. actualizado: Enero 2023; sobre el original de diciembre, 2009.
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