Definición de Energía luminosa
Si observamos la naturaleza y todo lo que nos rodea, siempre están ocurriendo cosas. Todo está en movimiento: las nubes, las hojas de los árboles, nosotros mismos o las máquinas que utilizamos. Para que esto sea posible es necesario que actúe un tipo de energía. Hay diversos tipos y se habla de fuente de energía para explicar la causa de cada actividad. El ser humano vive porque tiene la suficiente energía que le proporcionan los alimentos. Lo mismo sucede con otras fuentes: el calor, el aire o el agua.
Una de las energías es la luminosa. Como su nombre indica, proviene de la luz solar. El Sol emite rayos luminosos y la actividad de la Tierra se mantiene por la acción de la energía luminosa del Sol.
La energía luminosa está presente en el origen de la mayoría de fenómenos que observamos. El día y la noche existen por la proyección de los rayos del Sol sobre la Tierra que está girando sobre sí misma. En el cine podemos observar cómo se proyecta la luz. Los espejos que utilizamos son lisos, cóncavos o convexos y cuando la luz impacta sobre ellos tenemos un ángulo de visión determinado. Estos sencillos ejemplos manifiestan que la energía luminosa forma parte del mundo en que vivimos. Es imposible imaginar un día sin observar un fenómeno sin energía luminosa.
La comprensión de la luz como fenómeno y los mecanismos de la energía luminosa han ido cambiando desde la antigüedad hasta el presente. Actualmente se sabe que la energía luminosa proviene de las ondas de la luz, y ésta existe también en otras fuentes distintas al sol, como el fuego o una simple bombilla. Las ondas luminosas ( por ejemplo las de un ordenador personal o de un teléfono móvil ) son percibidas por nuestros ojos a través de la córnea y la retina, De esta manera podemos ver las cosas. Aunque no todos los rayos son visibles ( los ultravioletas son los más conocidos ).
Imaginemos una situación. Un individuo con gafas está observando la orilla del mar. Su visión dependerá del tipo de lentes que utilice. Si son lentes convexas no tendrá una buena visión cercana. Al mismo tiempo, la luz que choca con el agua origina una refracción y el individuo de las gafas cree que el agua es menos profunda de lo que en realidad es. Esta escena la imaginamos porque existe la energía luminosa, también llamada lumínica. La principal energía de este tipo es la que facilita el Sol y sus ventajas son muy rotundas: es una energía barata, limpia y no contaminante, no se agota y es respetuosa con el medio ambiente.
Trabajo publicado en: Jul., 2014.
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