Definición de Escritorio Remoto
Periodista esp. e investigador
La posibilidad de trabajar con nuestra computadora desde donde queramos, y sin tener que arrastrar la máquina física siempre a cuestas, ha sido un sueño largamente acariciado por los usuarios, tanto profesionales como domésticos.
Pero si bien llega un momento en el que no podemos reducir más nuestra computadora portátil, o construir un dispositivo suficientemente pequeño y versátil como para utilizarlo como sustituto de la computadora, nace la posibilidad de acceder a nuestro entorno de trabajo desde dondequiera que estemos, es lo que se llama escritorio remoto o virtual, y que nos permite disponer de nuestro entorno de trabajo desde cualquier dispositivo preparado para ello.
Esto incluye tanto los programas, como los datos de usuario (ficheros), como las configuraciones personalizadas, incluyendo con ello elementos como el fondo de pantalla, los iconos, o las configuraciones de opciones de los programas.
Ello nos es muy cómodo, porque nos podemos ir de viaje, por ejemplo, a la otra punta del mundo, sin ninguna computadora en la maleta, y conectarnos a nuestro escritorio desde una computadora de la empresa, del hotel, o de un amigo.
La conexión puede producirse tanto a través de redes públicas como Internet, o bien a través de redes de datos privadas. En el caso de conectarnos a través de Internet, que es la opción menos segura, contaremos habitualmente con el concurso de una VPN, una red privada virtual -por sus siglas en inglés, la cual codifica la información, haciendo más seguro el trabajo, además de otras herramientas de seguridad para la conexión y las comunicaciones.
El principal problema de usar escritorios remotos es que no podemos acceder a ellos si no disponemos de conexión a la red.
Así, si viajamos en avión, difícilmente nos podremos conectar a nuestro escritorio remoto para poder trabajar, por lo que es una tecnología que, o bien se descarta para personas que tengan que desplazarse mucho en este medio de transporte, o bien se combina con otras que permitan trabajar estando fuera de línea, esto es, desconectados.
En algunos aviones de algunas aerolíneas, ya existe la posibilidad de disfrutar de conexión a Internet vía Wi-Fi, pero a unos precios prohibitivos, que hacen bastante difícil sacarle rendimiento económico a nuestro trabajo.
En otros medios de transporte, como trenes y autobuses, lo que pasa es que muchas veces nos encontramos viajando por zonas con una cobertura muy escasa o, directamente, sin cobertura (por lo menos, de datos, como en los túneles), lo cual lleva a la interrupción de la conexión y a convertir en poco práctica esta forma de trabajo.
Aunque nos parezca que esta tecnología es algo muy reciente, lo cierto es que desde el principio de las redes informáticas podemos trabajar de forma remota,
aunque, eso sí, limitados a la línea de comandos. Cuando nos referimos a escritorio remoto, siempre estaremos hablando de un entorno gráfico de usuario (GUI, por sus siglas en inglés).
Tenemos diversas formas de crear un entorno de escritorio accesible remotamente, siendo la primera de ellas
la instalación de un programa para tal menester en una computadora de usuario final, pudiendo encontrar un gran número de programas y soluciones -algunas de ellas, gratuitas- para realizar tal menester.
La más antigua y conocida sea tal vez VNC, aunque modernamente otros programas la han superado.
Algunas de estas soluciones dependen de una plataforma o fabricante de software determinado, mientras que otras son multiplataforma.
La segunda forma de montar un escritorio accesible de forma remota es preparándolo desde la base con lo que se llama un “servidor de escritorios”, y que no es más que un sistema operativo o software que trabaja muy cerca del sistema operativo, y que está preparado específicamente para trabajar con escritorios remotos
La mayor parte de los sistemas operativos que pueden trabajar o están pensados de forma exclusiva para ser instalados y funcionar en servidores, permiten tal posibilidad.
Luego, tenemos empresas como VMware, especializadas en ofrecer programas que facilitan esta funcionalidad.
La gran diferencia entre la primera y la segunda casuística es que, en el primer caso, el escritorio debe estar funcionando en la máquina en local, y lo que hace el programa de acceso remoto es facilitar el acceso a este a través de la red, mientras que en el segundo, el escritorio no tiene porqué estar abierto, sino que trabaja directamente en remoto a través del programa cliente.
El programa cliente, siempre es necesario para poder acceder a nuestro escritorio remoto.
Al otro lado siempre es necesaria una computadora (ya sea un desktop o un servidor) que nos proporcione el escritorio y los recursos con los cuales funcionar.
Y, normalmente, el cliente es muy simple, permitiendo de esta forma su instalación en cualquier computadora y, desde hace un tiempo, también en dispositivos móviles tales como tabletas táctiles o smartphones.
Fotos: Fotolia – Idey / Deagreez
Trabajo publicado en: Jul., 2017.
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