Definición de Fisionomía (vegetación, en biología)
Licenciado en Biología
La biodiversidad es un concepto amplio, y abarca no solo la diversidad de especies, sino que también incluye a la variedad de paisajes que podemos encontrar en la naturaleza. Esta faceta de la biodiversidad se revela a simple vista: basta mirar un paisaje para saber, casi intuitivamente, si estamos viendo un bosque, una selva o un desierto, por mencionar solo algunos. Cada uno de estos paisajes tiene una apariencia característica, que, en ecología, llamamos fisionomía.
La fisionomía está determinada por la comunidad vegetal dominante en la zona. Podemos distinguir un bosque de un desierto porque en uno hay abundancia de plantas y en otro, casi no hay plantas. Cuando vemos un paisaje, y lo identificamos como un bosque, selva o desierto; lo que estamos identificando es una fisionomía particular, vinculada a la comunidad vegetal, o flora, de la región.
La flora de una región es el conjunto de todas las especies vegetales que la habitan. La flora es un componente de la biota, que se define como todas las especies de seres vivos que habitan en una región. La biota comprende a la flora (comunidad de plantas), la fauna (comunidad de animales), la microbiota (comunidad de microorganismos como protistas y bacterias) y en los últimos tiempos se ha agregado la funga, que se refiere a la comunidad de hongos.
La composición de la flora está determinada por una multitud de factores, entre los que se pueden considerar las lluvias, la temperatura, la altitud o el tipo de suelo y la geología del lugar. Incluso, variables biológicas como la presencia o ausencia de otras especies y las relaciones interespecíficas que se establecen pueden influir en el aspecto de la comunidad vegetal.
Cuando en una región se ha establecido una comunidad vegetal definida, con cierta fisionomía, esta es estable, y no cambia mucho en el tiempo, a menos que haya un componente externo que ocasione un disturbio, como un incendio, una inundación o acciones humanas como la deforestación. Cuando ocurren disturbios, se pone en marcha un proceso conocido como sucesión ecológica, que puede terminar en una comunidad con una fisionomía diferente a la original.
Elementos de la fisionomía
La fisionomía, es decir, las plantas, determinan la estructura general del ambiente y generan los hábitats que podrán aprovechar el resto de los seres vivos de esa región.
La fisionomía describe la comunidad vegetal utilizando un conjunto de términos específicos. La forma de vida se refiere al aspecto general de las plantas. Árboles, arbustos y hierbas son algunas de las formas de vida vegetal que existen. Técnicamente, son más, pero estas tres categorías son una simplificación aceptable. También, se miden otras variables, como la cobertura, que hace referencia a la proporción de suelo que está cubierto por las plantas.
En ocasiones, se habla de estratos de vegetación. Los estratos son las “capas” horizontales que se forman en una comunidad vegetal, como si se tratara de un edificio con varios pisos. Cada estrato está formado por plantas con alturas similares. Por ejemplo, una selva puede tener un estrato emergente, formado por árboles muy altos, que sobresalen entre sus vecinos más bajos. Estos también forman un estrato, llamado estrato arbóreo. Debajo del estrato arbóreo, crecen los arbustos, más altos que una hierba, pero más bajos que un árbol, y forman el estrato arbustivo. Por debajo, las hierbas forman el estrato más bajo: el estrato herbáceo. La cantidad de estratos está directamente relacionada con la complejidad de la comunidad y con la biodiversidad.
El diagrama de Whittaker
La distribución de las plantas es la materia de estudio de la fitogeografía, que es una rama de la biogeografía. De entre todas las variables que explican la distribución de las comunidades de plantas, la temperatura y la precipitación anual son dos de las más importantes. Sabiendo la temperatura media y la precipitación de un lugar, puede llegarse a una estimación satisfactoria sobre cuál será la fisionomía dominante.
Una herramienta clásica para entender la distribución de las fisionomías es el diagrama de Whittaker, propuesto en 1926 por el ecólogo estadounidense Robert Harry Whittaker. Este diagrama se ha ido actualizando y aun se utiliza.
El gráfico relaciona las principales fisionomías con las variables climáticas de temperatura y precipitación. Las áreas de cada color en el diagrama son amplias, esto es porque Whittaker señala la fisionomía que más probablemente se desarrolle en ese rango de condiciones climáticas, pero admite también mucha variabilidad en cada categoría.
El diagrama debe tomarse como una estimación, porque factores como el suelo, el relieve o las comunidades preexistentes también pueden influir e inducir cambios locales en la fisionomía esperada. No obstante, proporciona una primera aproximación para comprender las tendencias generales de la vegetación.
Principales fisionomías de América
El diagrama de Whittaker nos da un panorama general de las fisionomías a nivel global. En el diagrama se distinguen 9 fisionomías principales, que coinciden, a grandes rasgos, con los biomas. Aunque para identificar biomas se tiene en cuenta a la biota completa de la región. Varios biomas pueden tener una fisionomía similar y quedar encuadrados en la misma categoría en el diagrama de Whittaker. Aquí solo haremos una breve descripción de las fisionomías que podemos encontrar en América del Sur.
En las regiones donde la temperatura es baja y también lo es la precipitación, se desarrolla un tipo de comunidad vegetal conocida como tundra, caracterizada por la pobreza de su flora.
Estos lugares están dominados por líquenes y musgos. Se desarrollan ambientes de tundra en el círculo polar ártico. En América del sur, pequeñas regiones de tundra se pueden encontrar en Tierra del Fuego, Islas subantárticas y la parte libre de hielo de la Antártida.
La Taiga no existe en América.
Los desiertos se desarrollan en un amplio rango de temperaturas, y así tenemos desiertos fríos y desiertos cálidos. La característica común de todos ellos son las bajas precipitaciones y la extrema falta de agua. La vegetación es muy pobre y está adaptada a soportar la sequía.
Los desiertos cálidos en América se encuentran en la costa del Perú y Chile (desierto de Atacama) y la puna del norte de Argentina y Bolivia. La Patagonia de Argentina y Chile se califica como desierto frío.
A medida que aumentan las precipitaciones en las regiones de clima cálido, los desiertos dan paso a las sabanas.
Las sabanas abarcan desde inmensos pastizales de hierbas altas con árboles aislados, como en la sabana africana, hasta bosques densos, como en el Gran Chaco Americano, que abarca parte de Bolivia, Paraguay, centro y Sur de Brasil (donde se llama cerrado) y casi la mitad de Argentina.
La otra gran sabana americana son los Llanos de Venezuela y Colombia.
Las sabanas también son áreas inundables, y en ellas se desarrollan amplios humedales, como los Esteros del Íbera en la provincia de Corrientes en Argentina y el Pantanal, en la región brasilera de Matto Grosso.
Cuando las precipitaciones alcanzan su máximo, aparece el bosque tropical lluvioso o selva. América posee la mayor selva del mundo: la selva amazónica, que se desarrolla en el centro-norte del continente y abarca varios países.
Las otras fisionomías ocupan áreas marginales en América.
Trabajo publicado en: Ene., 2025.
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