Definición de Flagrante
Una acción se considera flagrante cuando resulta indiscutible y evidente. Así, si en el contexto de un partido de fútbol alguien afirma «el defensa cometió una falta flagrante», está expresando que dicha acción resulta obvia y no cabe ninguna discusión al respecto.
Lo contrario de flagrante sería, en consecuencia, todo aquello que es discutible, interpretable, dudoso u opinable.
Siguiendo con un ejemplo ilustrativo, si una persona afirma algo y posteriormente dice lo contrario, podríamos afirmar que en sus palabras hay una contradicción flagrante.
En cuanto al origen etimológico de este vocablo, proviene del término en latín flagrare, que significa arder o que todavía está caliente. La etimología de esta palabra sirve para recordar que también significa en la actualidad, es decir, que algo está sucediendo en este mismo instante. Vale la pena mencionar que la expresión latina «in fraganti» proviene igualmente del verbo flagrare (como es sabido in fragranti quiere decir en ese mismo momento, por ejemplo «le pillé in fragranti, justo en el momento en el que metía la mano en el cajón» lo cual da a entender que la persona que observó este hecho no tiene ninguna duda sobre lo que sucedió.
Delito flagrante
En la esfera del derecho existe la figura del delito flagrante, el cual se produce cuando el que infringe la ley es sorprendido por la policía en el momento en el que comete el delito. Esta característica es muy relevante, pues significa que la policía dispone de una prueba irrefutable sobre la acción delictiva.
Desde la perspectiva del derecho, se habla de la flagrancia, la circunstancia en la que alguien es observado directamente en la ejecución de un delito.
La circunstancia de delito flagrante es excepcional, pues normalmente la policía no presencia delitos sino que los investiga a posteriori. De esta manera, la figura del delito fragrante se presenta como una característica singular, aunque para que sea considerada como tal es preciso que se den una serie de requisitos:
1) debe darse de una manera objetiva en un momento determinado y ser observado de manera indubitable por un policía,
2) el delincuente debe ser identificado con claridad absoluta y
3) que ante la evidencia de los hechos, la policía se vea obligada a intervenir.
Si bien el concepto de delito flagrante no es complejo en cuanto a su comprensión, esto no significa que en ocasiones haya debates y discusiones sobre su correcta interpretación o sus consecuencias legales. Veamos esto con un nuevo ejemplo: la policía considera muy probable que en un domicilio hay unas personas que están manipulando drogas para luego traficar con ellas. Ante esta situación, la policía sabe que solamente capturará a los presuntos traficantes si entra en el domicilio.
Sin embargo, la entrada en el domicilio sin la pertinente autorización de un juez es ilegal y solo se contempla en el caso de que el delito que se comete sea flagrante, algo que no ocurre en este caso, pues la policía cree que muy probablemente se está cometiendo un delito, pero una elevada probabilidad no supone flagrancia. Consecuentemente, en este caso la policía no podría entrar en el domicilio según lo que dicta la ley.
Trabajo publicado en: Jul., 2015.
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