Definición de Frigorífico

El concepto de frigorífico lo utilizamos en nuestro idioma con varios sentidos, en tanto, debemos mencionar que en todos ellos dispone de una estrecha asociación con el concepto de frío. Cuando algo está frío o es frío será así porque dispone de una temperatura muy baja en relación a lo considerado como normal.

Entonces, un frigorífico puede ser un lugar específico que tiene la misión de producir frío para de este modo conservar de manera conforme alimentos o productos que necesitan exclusivamente de frío para mantenerse frescos y aptos para su consumo, tal es el caso de por ejemplo la heladera o refrigerador de casa donde ingresamos alimentos y bebidas que necesitan del frío para estar fríos o conservar su frescura.

Sin lugar a dudas, el frigorífico o heladera o nevera, como también se lo llama en las diversas partes de habla hispana, es el electrodoméstico más usado y relevante en los hogares porque sin él sería imposible enfriar las bebidas y por otras parte conservar los alimentos de consumo cotidiano y que sí o sí requieren del frío de este aparato para mantenerse a lo largo del tiempo.

Generalmente, los frigoríficos que utilizamos en casa suelen disponer de dos compartimentos, uno principal y en el cual se mantiene un frío de entre 2 y 6 grados, y otro que generalmente se ubica en la parte superior, llamado popularmente como freezer, y en el que el frío puede ser de varios grados bajo cero. Aquí los alimentos y bebidas se congelan.

Y también se llama frigorífico a aquella instalación industrial en la cual se lleva a cabo el procesamiento y el almacenaje de productos que disponen de un origen animal, tal es el caso de carnes, pollos, huevos, entre otros, o vegetal, y que como tales son comercializados.

Ambos productos, carne animal una vez muerto el animal, y vegetales, son perecederos y entonces para evitar que se echen a perder necesitan sí o sí del frío. El hecho de mantenerlos en un clima refrigerado adecuado permitirá no solamente que no se desperdicien sino también tiene una amplísima ventaja económica ya que los productos estarán disponibles para su comercialización durante mucho más tiempo gracias a que el frío los conserva.