Definición de Frío
Podemos definir al frío como la ausencia total de calor o como la presencia de bajas temperaturas. En este sentido, el frío aparece como una consecuencia del calor más que como un fenómeno independiente ya que es el resultado de la falta de aquellas combustiones que generan energía en una superficie o espacio y que generan calor. Mientras que en el sistema solar todos los planetas ubicados por detrás de la Tierra son extremadamente fríos, las bajas temperaturas también existen (un menor medida) sobre nuestro planeta, especialmente en áreas cercanas a los polos del globo terráqueo. Estas son las zonas de menor llegada de los rayos solares y por eso mantienen temperaturas bajas en comparación con el resto del planeta.
Dependiendo del espacio, el frío o la sensación de frío puede hacerse presente de diferentes maneras. En nuestro planeta podemos encontrar bajas temperaturas en numerosas regiones, pero la percepción que cada uno tiene del frío puede ser muy subjetiva. En este sentido, mientras que en las áreas tropicales el frío es cuando la temperatura es menor a los veinte grados centígrados, en regiones de climas más hostiles esta puede ser temperatura elevada. Es por esto que el frío no es sólo una realidad (es decir, la ausencia de calor), si no también una cuestión relacionada con la percepción de cada individuo.
En los espacios fríos, donde las temperaturas están cerca de los cero grados centígrados o aún debajo de ellas, los diferentes fenómenos relacionados con la vida tienden a detenerse, aunque no mueren. Es por esto que en regiones extremadamente frías es difícil encontrar vegetación abundante, como también es común notar que los organismos muertos se mantienen mejor por las condiciones de congelación del ambiente. La adaptación del ser humano a espacios fríos es sin dudas un desafío que ha podido ser vencido en muchas ocasiones pero que no es de fácil resolución en otras, especialmente cuando se presencian fenómenos climáticos intensivos o cuando el desarrollo de buenas condiciones de vida no es posible.
Al mismo tiempo, es importante recordar que el frío ha sido reconocido por el hombre como uno de los elementos más útiles para la conservación de alimentos. Al reconocer las condiciones de latencia en las que entran los microorganismos que destruyen los alimentos, el ser humano ha entendido que tanto la refrigeración como la congelación son algunas de las formas más eficientes para el mantenimiento de productos alimentarios de corta vida.
Trabajo publicado en: Ago., 2009.
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