Definición de Garantía Hipotecaria
Como pauta general la legislación establece que al contraer una obligación con otra persona puede ser necesario ofrecerle ciertas garantías en el caso de incumplir lo acordado. En este sentido, cuando solicitamos un crédito para poner en marcha un proyecto, la entidad financiera que nos ofrece el dinero puede pedirnos una garantía, por ejemplo la de nuestra propia vivienda. En este caso, si no pagamos las cuotas acordadas con la entidad financiera ésta puede quedarse con nuestra propiedad, de tal forma que la vivienda actúa como garantía de pago.
Características de los préstamos con garantía hipotecaria
Se entiende por hipoteca un préstamo que otorga una entidad financiera con la garantía de algo, normalmente un bien inmueble.
Los préstamos con garantía hipotecaria suponen una oportunidad para aquellas personas que tienen dificultades para obtener un crédito y que no pueden justificar unos ingresos periódicos. En este sentido, tienen la ventaja de permitir obtener una cantidad superior a la que ofrece un préstamo personal (en algunas ocasiones los préstamos con garantía hipotecaria se conceden aunque no se haya pagado la hipoteca en su totalidad). Sin embargo, como norma general los intereses bancarios de la garantía hipotecaria son superiores que los de un préstamo de tipo personal. Se puede afirmar, por lo tanto, que son útiles para obtener una importante suma de dinero pero existe el riesgo de perder el inmueble.
Hay que indicar que el préstamo con garantía hipotecaria es una operación financiera con escasos requisitos de contratación. Además, no va acompañado de la obligación de contratar otros productos vinculados con el préstamo. Lo pueden solicitar particulares y también empresas, pues la única condición que se exige es poner un inmueble como garantía.
Cuando una vivienda o un inmueble sirve como garantía hipotecaria pueden darse dos circunstancias relacionadas con la propiedad del bien hipotecado
Que alguien sea el propietario del bien y que lo está utilizando (por ejemplo, alguien que viva en su propia casa) o, por otra parte, que alguien sea el propietario de un bien ya hipotecado con anterioridad por otra persona y que en su día empleó la vivienda como garantía (en este último caso, la hipoteca se subroga en el momento de adquirir la vivienda).
Por último, los préstamos con garantía hipotecaria incorporan dos tipos de responsabilidades: la garantía personal del que solicita el préstamo y la garantía real del inmueble.
Fotos: iStock – kokouu / ilbusca
Trabajo publicado en: Nov., 2015.
Escriba un comentario
Contribuya con su comentario para sumar valor, corregir o debatir el tema.Privacidad: a) sus datos no se compartirán con nadie; b) su email no será publicado; c) para evitar malos usos, todos los mensajes son moderados.