Definición de Genio

Se denomina genio a la probidad para desenvolverse en algún área de la actividad humana. Por extensión, suele llamarse genio al individuo que se muestra capaz para una tarea. Esta exaltación de los talentos personales tiene una larga data en nuestra cultura, aunque pueden precisarse determinadas corrientes estéticas que pusieron especial énfasis en este aspecto durante momentos históricos precisos.

El término proviene del latín genios, que aludía a seres espirituales. Quizá su uso actual se derive del empleado en tradiciones de origen árabe, en especial de la historia incluida en Las Mil y Una Noches. Si hacemos memoria, esta narración describe el ascenso social de un joven pobre que entra en contacto con una lámpara que alberga a un poderoso genio capaz de cumplir los más portentosos prodigios para beneficiar a su señor. Esta descripción se encuadra dentro del uso actual que hace referencia a un individuo con capacidades extraordinarias.

En el romanticismo la noción de genio adquiere una fuerte valoración para dar cuenta de la creación artística. El arte es el medio por el cual ese genio se da a conocer. Es importante comprender que desde la visión romántica esta genialidad es más innata que adquirida. El genio tiene una serie de cualidades que le hacen destacar pero eso no depende de un aprendizaje específico. Así, esta cosmovisión tiene cierto parentesco con la concepción platónica que hace del acto creativo efecto de una inspiración divina, en la medida en que la capacidad técnica del autor queda en segundo plano.

Ejemplos de genios hay muchos, pero algunos tuvieron una vida signada por circunstancias curiosas. Por ejemplo, Albert Einstein tuvo un desempeño deplorable en su educación formal en lo que respecta a la física, ciencia con la que luego se consagró como acreedor de un Premio Nobel. Mozart, por su parte, tuvo una infancia ilustre, recorriendo toda Europa para mostrar un talento solo comparable con los de los mejores músicos adultos, pero en su vida madura debió pasar una vida de necesidad. No siempre el reconocimiento premia a las aptitudes, ni siquiera la de los genios.