Qué es El Grito (Arte)
Esta obra del pintor noruego Edvard Munch fue pintada en 1893 y, probablemente, es una de las imágenes más reconocidas en la historia del arte. El cuadro fue pintado tras una experiencia personal que el propio pintor describió en su diario íntimo como intensa, extraña y enigmática. Munch realizó más de 100 versiones distintas entre grabados, dibujos y litografías.
«El Grito» sorprende por su reducido tamaño y por la inquietante imagen que trasmite al observador. En este sentido, se puede afirmar que es todo un símbolo de la idea de miedo. En esta obra aparecen los siguientes elementos: una barandilla, el fiordo, la iglesia, las nubes llameantes y un personaje central que se lleva las manos a la cara al mismo tiempo que emite un grito de dolor y desesperación.
A primera vista, el cuadro puede trasmitir la idea de haber sido pintado de una forma apresurada y en un arrebato de locura. Sin embargo, Munch estuvo más de tres años pensando sobre su proyecto.
Interpretación de la obra
La valoración pictórica de esta obra no puede desligarse de la vida de Munch, un hombre que vivía atormentado por la influencia de la figura paterna y porque en su adolescencia vio morir a gran parte de sus seres queridos. Como el resto de su producción, «El Grito» aborda los sentimientos trágicos que afligen al ser humano.
Algunos historiadores del arte afirman que esta obra está inspirada por la imagen de una momia peruana que Munch había visto tiempo atrás en un museo parisino.
Datos curiosos que te van a sorprender
– El lugar que aparece en la obra es totalmente real, pues se trata de un mirador a las afueras de la ciudad de Oslo. Hay que indicar que muy cerca del mirador había un manicomio y un matadero, desde donde era posible escuchar los gritos de los enfermos o de los animales sacrificados.
– Al margen de su pasado trágico, hay que recordar que en la época en que pintó «El Grito» Munch estaba profundamente enamorado de una mujer casada y su amor no correspondido le llevó al alcoholismo.
– En el margen derecho superior de la obra presenta un curioso graffiti en el cual es posible leer lo siguiente: esta obra solo pudo haberla pintado un loco. En la parte derecha de abajo aparecen manchas de salpicadura de cera de vela y hay algunas pistas que indican que Munch se arrepintió del resultado final.
– Su título inicial fue otro, «La Desesperación», pero cuando Munch comprobó que la gente reaccionaba negativamente decidió cambiarlo.
– Tras la primera exposición en la que se dio a conocer, los críticos de arte la consideraron una obra sin ningún valor artístico. A pesar de ello, la gente emitió su voto favorable y pronto «El Grito» se convirtió en un icono del siglo XX.
Fotos: Fotolia – Nanisimova / Mihály Samu
Trabajo publicado en: Jul., 2017.
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