Definición de Guerras Médicas
Periodista esp. e investigador
Maratón o el paso de las Termópilas son nombres que resuenan a leyenda pero que, lejos de esto, son muy reales y tienen su historia: la de las Guerras Médicas.
Las llamadas Guerras Médicas son una serie de enfrentamientos entre el Imperio Persa de los Aqueménidas por un lado, y las ciudades-estado griegas de Grecia y la costa de Anatolia por otro, que se dieron entre el 490 y el 478 a.C.
La primera pregunta que, rápidamente y viendo el nombre de estos conflictos, podría venirnos a la cabeza es el porqué del nombre. ¿No sería más lógico hablar de “Guerras Persas”?
El Imperio Persa de los Aqueménidas (que con posterioridad sería conquistado y disuelto por Alejandro Magno) era una entidad política compuesta por muchos pueblos distintos, uno de los cuales era el de Media, los Medos.
Media era una región vecina de Persia que había llegado a ser más grande, rica e importante que su vecina, pero que al final había caído conquistada por los belicosos persas.
Tal vez de forma despectiva, los griegos habían adoptado dicha denominación para el gran imperio persa, a lo mejor como indicándoles a sus enemigos que sabían que había otros pueblos que tenían subyugados, y que los consideraban más importantes que a los propios persas.
Otra posibilidad es que, como en el Imperio Persa, la nobleza y los funcionarios de los reinos conquistados podían ser incorporados a la estructura de mando del Imperio, los griegos se relacionaran diplomáticamente con los medos, llegando a la errónea conclusión de que aquel era su imperio, quedando ya la denominación para cuando se dieron cuenta de su error.
La relación entre las polis (ciudades-estado) griegas y el Imperio Persa Aqueménida empieza con la conquista, por parte de este último, del reino de Lidia en 546 a.C.
Dicho reino incluía las ciudades-estado griegas de Jonia, en la actual costa oeste de Turquía, las cuales disfrutaban de una amplia autonomía.
Obviamente, la conquista persa iba a cambiar este estado de cosas, y aunque como he dicho antes, el talante persa era el de respetar con ciertos límites los usos y costumbres de los pueblos subyugados, las rencillas por asuntos comerciales y culturales no tardaron tampoco en surgir.
En el 499, estas ciudades griegas dentro del Imperio Persa se rebelaban, solicitando el auxilio a sus metrópolis en la península helena.
Sólo Atenas y Eretria enviaron ayuda, mientras que las demás polis importantes se mantuvieron al margen.
Aunque la campaña griega empezó con algunos éxitos, como la recuperación de Bizancio, el ejército insurrecto y los guerreros venidos del otro lado del mar acabaron siendo aplastados por Persia, y la revuelta sofocada con la violencia habitual de la época.
La Primera Guerra Médica fue el resultado del sofocado levantamiento jonio, puesto que el rey persa (Darío I) quería exorcizar el peligro que representaba otro levantamiento alentado por las polis griegas de la Hélade.
Los griegos, y especialmente los ateniense, vieron venir el peligro y, por lo tanto, no se quedaron ociosos, planificando y preparando el conflicto que estaba por venir.
Los persas planificaron el ataque por mar, con una poderosa flota, y por tierra, aprovechando la plataforma en suelo europeo que les proporcionaba Tracia, y desembarcando tropas en Maratón siguiendo en consejo de Hipias, un antiguo tirano ateniense que esperaba, con la victoria persa, recuperar su puesto.
Las tropas atenienses, junto a las platenses, se estacionaron rodeando la playa de Maratón, impidiendo la salida de las tropas persas.
Tras haber mandado un mensajero a Esparta para solicitar ayuda y ser esta denegada por los espartanos por encontrarse en medio de unas celebraciones religiosas que les impedían luchar, la batalla librada en la playa de Maratón dio la victoria a los atenienses, pasando a la historia como una gran victoria de unas tropas muy inferiores en número (una proporciona estimada de 1 a 20).
Al regreso de las tropas atenienses de Maratón hacia Atenas para proteger su ciudad, se produjo el episodio del mensajero Filípides, que dio origen a la carrera atlética conocida como Maratón.
La Primera Guerra Médica terminaba aquí, con derrota persa y un episodio que dejaría huella en historia, después de que Darío I suspendiera el ataque a Atenas ya que los atenienses se habían atrincherado demasiado bien.
La Segunda Guerra Médica ocurrió una década después de la primera, en el 480 a.C.
Fue Jerjes, hijo de Darío I, el que buscaría vengar la derrota de su padre y conquistar Grecia, después de acabar con algunas revueltas internas del Imperio, habituales durante cualquier cambio en el trono.
Jerjes dio la oportunidad a las polis griegas de rendirse e integrarse en el Imperio, pero Atenas y Esparta rehusaron vehementemente. La guerra, y un nuevo episodio que escribiría una brillantísima página de la historia, se configuraban.
El ejército persa se puso en marcha cruzando el Helesponto mediante un puente de barcazas.
Los espartanos aprovecharon que el ejército persa seguía la línea de la costa, un sendero estrecho y que no permitía a las tropas de Jerjes desplegarse en toda su amplitud, para tenderles una trampa, apostándose en el estratégico paso de las Termópilas.
El movimiento estaba destinado a parar, durante el máximo tiempo posible, al ejército persa para preparar la defensa de la Hélade.
En las Termópilas, 300 hoplitas espartanos, con el concurso de contingentes de otras polis, pararían en seco el avance persa durante una semana.
Los griegos reconstruyeron un antiguo muro preexistente en la zona para formar un “tapón” en un paso muy estrecho, lo que les daba superioridad sobre las tropas persas gracias a su mejor entrenamiento y tecnología militar avanzada.
El paso solo pudo ser superado por los persas gracias a la traición de Efialtes, que descubrió a los persas un paso por el cual enviar tropas a rodear a los griegos.
La leyenda de los 300 espartanos se ha exagerado con el tiempo, y a estos los acompañaron aliados de varias naciones griegas, algunos de los cuales se marcharon antes de la victoria persa final, pero quedando unos 700 tespios y 400 tebanos más los ilotas servidores de los espartanos.
Ello no quita un ápice de heroicidad a la gesta conseguida por aquellos griegos.
Si Esparta se encargaba de la defensa por tierra, Atenas hacía lo propio en el mar. Viendo la imposibilidad de defender su ciudad, los atenienses utilizaron su inmensa flota primero para evacuarla. Al llegar a Atenas, los persas la incendiaron.
Temístocles, el comandante ateniense, atrajo a la flota persa a la batalla en el golfo de Salamina, utilizando de forma inteligente el gran número de barcos persas en contra del Imperio: los rodeo y estrechó el círculo, haciéndolos chocar los unos contra los otros. Muchos buques persas naufragaron tras colisionar, sin siquiera entrar en batalla.
La derrota en Salamina obligó al ejército persa a retirarse, pues no se podían permitir quedarse en Grecia sin apoyo por mar. No obstante, la guerra no había terminado.
Al año siguiente, y aunque en menor número, las tropas persas volvieron, obligando a los griegos a volver a evacuar Atenas, y quemándola de nuevo.
Sin embargo, y bajo la amenaza de un ataque espartano, los persas se replegaron hacia la planicie de Platea, donde sería nuevamente derrotados por tierra por los griegos.
Todavía habría una Tercera Guerra Médica, pero ya sin los eventos heroicos de las dos primeras ni su importancia.
En esta ocasión, Temístocles cambio de bando, pero alertados los griegos de los nuevos planes de invasión, decidieron esta vez tomar la iniciativa (probablemente alentados por las anteriores derrotas persas), y atacar en la actual Turquía, derrotando a las fuerzas persas en la batalla del río Eurimedonte, en el 467 a.C.
El resultado de las Guerras Médicas es tan importante que se dice que, de haber sido favorables a Persia, nuestro mundo a día de hoy se vería diferente.
Realmente, esto es algo que da que pensar: Roma se refleja en Grecia y, de haber esta sucumbido, ¿habría llegado a alzarse Roma? Y, sin lo que fue Roma ¿cómo sería Europa e, incluso, América?
Foto: Fotolia – grigvovan
Trabajo publicado en: Mar., 2018.
Escriba un comentario
Contribuya con su comentario para sumar valor, corregir o debatir el tema.Privacidad: a) sus datos no se compartirán con nadie; b) su email no será publicado; c) para evitar malos usos, todos los mensajes son moderados.