Importancia del Agua
Título de Profesora de Biología
Desde la constitución de las primeras estructuras moleculares orgánicas precursoras de la vida, el agua ha permitido el surgimiento, evolución y sustento de ésta, siendo que cada una de las células existentes dependen de la disolución que les ofrece el medio acuoso, para el transporte de las sustancias que requieren los diversos procesos metabólicos y el desenvolvimiento de la mayoría de las reacciones químicas.
Sin esta estrecha relación con el agua, no existirían desde el mero citoplasma, hasta los complejos fluidos vitales que componen la sangre y la linfa de los vertebrados, la hemolinfa de los invertebrados y la savia de las plantas para el transporte de nutrientes que hacen posible la existencia de los seres pluricelulares, aunado al hecho de que tampoco hubiese sido posible el desarrollo de los diversos mecanismos de excreción para la eliminación de toxinas y residuos, tanto del interior de las células como del cuerpo en general.
Funciones tan básicas como poder bañarse, mantener la higiene propia y de los espacios, cocinar los alimentos, regar las plantas y mantener hidratado al cuerpo, son esencialmente vitales para el mantenimiento de la salud, debido a que el agua juega el papel más trascendental en la conservación del equilibrio de: 1) los niveles de concentración de las sustancias en el organismo; 2) la depuración de sustancias tóxicas y el exceso de minerales; 3) el desarrollo de los procesos digestivos y la absorción y transporte de nutrientes a partir de la ingesta de alimentos; 4) la temperatura corporal, mediante los mecanismos de hidratación y sudoración; y 5) la fluidez de la sangre y la presión que esta ejerce contra arterias, venas y capilares influyendo a su vez sobre la capacidad de transportación del oxígeno hacia todas las partes del cuerpo; demostrándose como el solvente universal que posibilita la vida, al menos la de este planeta.
La dependencia total
De la misma manera que el agua es indispensable para el organismo individual, lo es para la supervivencia de los ecosistemas en pleno, ya que hace viable el intercambio de energía, mediante los elementos y nutrientes, entre las diversas especies que interactúan en un área determinada, sirviendo por demás como un medio propiamente dicho, al cual se han adaptado las miles de especies que en ella desarrollaron su hábitat, conformando los ecosistemas acuáticos.
Todos estos procesos biológicos y ecológicos dependientes del agua, a los que necesariamente ha de incorporarse la relevancia que el vital líquido tiene sobre los diversos fenómenos ambientales del planeta, partiendo del ciclo del agua en sí, hasta llegar a la transformación de la geografía terrestre por las acciones erosivas y la presión que el agua ejerce contra los relieves y bajos fondos de las costas, haciendo que absolutamente todo cuanto ocurre sobre la Tierra sea indefectiblemente dependiente de la existencia de esta sustancia tan elementalmente simple.
Humanidad líquida
La elevada capacidad que el agua tiene de absorber y retener calor, sin cambios significativos en su estado físico ni químico, dentro de un rango aproximado de unos 100 ºC para ello, la convierte en un vehículo óptimo para la estabilización de la temperatura corporal y del planeta, así como de los procesos fisicoquímicos de la materia orgánica, siendo además una propiedad de máximo provecho para el desarrollo de las diversas actividades humanas, haciéndose indispensable entre los procesos industriales, para el desarrollo de la agricultura y la cría de animales de consumo y en todas las actividades cotidianas, siendo así que la disposición de este recurso ha marcado históricamente el curso de la evolución humana, tanto en el modo de relacionarse con la naturaleza y de desarrollar los asentamientos permanentes que posteriormente se fueron transformando en urbes, cuanto a nivel tecnológico e industrial, como bien lo dejó en evidencia la era de los motores a vapor.
Poder relacionarnos con el agua, bien sea a través de sus concentraciones en los espacios naturales, en las playas, mares, ríos y lagos, o bien mediante nuestros propios artífices en piscinas, jacuzzis y duchas, nos permite aprovechar los efectos psicoemocionales y físicos que el recurso hídrico brinda, induciéndonos a un estado de confort y relajación que ayuda en la disminución de los niveles de estrés y las dolencias corporales de los sistemas nervioso y musculoesquelético, mediante actividades deportivas y recreativas que por demás fomentan la conexión con la importancia de la preservación de este valioso recurso para la supervivencia de las generaciones futuras y el sostenimiento del equilibrio en el planeta.
Art. actualizado: Marzo 2024; sobre el original de mayo, 2011.
Referencias
Guerrero, M. (2023). El agua. Fondo de Cultura Economica.Llamazares, J. A. (2024). El valor del agua. Nordica.
Macarulla, J. M., Marino, A., & Goñi, F. M. (1994). Bioquímica Cuantitativa: Volumen I: Cuestiones Sobre Biomoléculas. Reverté.
Mathews, C. K., Van Holde, K. E., & Ahern, K. G. (2004). Bioquímica. Pearson Education.
Foto 1: Fotolia moniqcca
Foto 2: Web
Fotos 3,4,5: iStock - GomezDavid / ooyoo / Josef Friedhuber
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Taylor Hernández Abr., 2022
Muy bueno
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brisa Jul., 2023
De mucha ayuda
Comentarios
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