Importancia del Arte Abstracto
Título de Profesora de Biología
La capacidad de representar un referente a través de una idea que le sugiera desde una perspectiva distinta al planteamiento concreto al que estamos habituados, es una de las primeras habilidades mentales que el desarrollo cognitivo despierta, bien como parte de nuestro instinto de supervivencia, que nos impulsa a reaccionar ante los estímulos visuales de lo que por razón de tiempo e inmadurez de la agudeza visual no podemos definir concretamente, como cuando saltamos ante una manguera enrollada porque el cerebro reptil nos alerta de que pudiese ser una serpiente, bien como parte de los orígenes de la capacidad creativa de la que estamos dotados, siendo así que en la infancia temprana, cualquier objeto a la mano se convierte rápidamente en un potencial argumento de juego bajo la forma sugestiva que deseemos otorgarle.
La progresiva desconexión de esta facultad, a medida que crecemos y perdemos el interés en recrearnos valiéndonos de las fantasías de nuestro imaginario, puede que en gran medida sea producto de lo poco o nada que suele ser estimulada por el entorno y escasa consideración sobre lo que su potencial representa a nivel educativo y para el posterior desarrollo profesional, sin embargo, no todas las disciplinas la ignoran, ni tampoco todas las mentes la olvidan, surgiendo quienes aprenden a sacar un provecho fascinante de lo abstracto convirtiéndolo en arte, para a través de ello lograr:
1) explorar los conceptos y emociones a mayor profundidad y plasmarlos de maneras poderosas y atractivas, capaces de conectar con las propias emociones y experiencias de otros;
2) generar una interacción entre formas y colores con las cuales crear composiciones visuales expresivas de alto impacto;
3) incrementar la libertad creativa para la experimentación con los elementos conceptuales y materiales, trascendiendo los límites estéticos y técnicos de la representación figurativa;
4) posibilitar al espectador de desarrollar su propia interpretación sobre la obra desde su imaginario, participando activamente en la construcción del significado sobre lo que observa;
5) influenciar en la transformación de los modos de arte que conforman al arte contemporáneo, abriendo espacio a movimientos como el expresionismo abstracto, el arte geométrico y el cinetismo;
6) estimular la búsqueda de una relación más profunda con la naturaleza, empleándola como fuente de inspiración y elevando la conciencia sobre su magnificencia y a la vez fragilidad;
7) la variación de estilos dentro de un mismo género que permite su adaptación a todos los contextos y espacios, pasando de la escultura a la pintura, la literatura, la música, la arquitectura, las artes escénicas y todas las demás formas de expresión.
La mente a través de la forma
El arte abstracto es una de las formas más libres y hermosas de arte, que permite al ser humano conectarse con su parte interior más directamente debido a que no se ve forzado a representar algo que ya existe (como un paisaje o una persona) sino algo que surge pura y completamente de su interior. La importancia del arte abstracto justamente es permitir libertad al artista, conocerse mejor y abrir su mundo a que muchas miles de personas puedan conocerlo y sentirse interpeladas por su obra.
El concepto de arte abstracto es muy amplio y complejo si uno pretende comprenderlo. Sin embargo, se puede empezar diciendo que es una de las formas de expresión más importantes y comunes del ser humano desde fines del siglo XIX, momento en el cual el arte comenzó lentamente a dejar de lado el arte académico, figurativo y paisajístico para adentrarse en formas más abstractas, irreales, expresivas que representaran el interior del alma de cada artista y no tanto lo que estaban viendo u observando en ese momento.
El arte abstracto entiende al artista justamente como eso, como una persona creativa y capaz de inventar mundos que nadie más que ella conoce, a diferencia de lo que pasa con el arte académico que muchas veces entiende al artista como un mero reproductor de una realidad observable en diferentes soportes (pintura, escultura, etc.). En el caso del arte abstracto gana importancia la identidad, la individualidad, la historia y los deseos de quien lleva adelante la obra porque se trata de crear mundos nuevos que nadie más conoce y que se hacen a partir de ahí públicos. Muchas veces, ni siquiera los mismos artistas abstractos saben qué van a representar y se encuentran trabajando en sus obras meses y años hasta que quedan satisfechos con lo que logran ya que aquello que crean puede permanecer en constante cambio.
El arte abstracto también gana importancia en lo que respecta al estudio de las formas, los colores, los ritmos, el espacio, las dimensiones, todos elementos que con un arte figurativo pierden fuerza ya que están atados o limitados directamente a aquello que se está observando y por lo tanto se debe reproducir tal cual es. El arte abstracto puede observar la realidad y recrearla pero claro, el resultado poco y nada tendrá que ver con lo que se encuentra del otro lado del lienzo sino que será una interpretación única e irrepetible del autor que así desea mostrarla.
Del arte a la psicología
Uno de los grandes precursores del arte abstracto fue Kandinsky, quien en la profunda pasión que compartía por encontrar las razones filosóficas del arte, planteó la idea sobre la existencia de un nexo comunicacional que el arte abstracto era capaz de establecer con el alma humana, traspasando cualquier barrera lingüística y la rigidez de la representación figurativa, por medio del potencial que el color y la forma en abstracción tienen para evocar respuestas espirituales y emocionales en el espectador.
Afirmaciones como estas y las que a la par hiciera el crítico de arte Roger Fry, sobre la mayor pureza de la expresión y la experiencia interior que lograba el arte abstracto, en comparación con las demás tendencias, sirvieron de base para que desde principios del siglo XX, Jung, el padre de la psicología profunda, incorporase al arte abstracto entre las manifestaciones representativas de la mente, en función a los arquetipos que se encontraba definiendo, concretándose el anclaje de la figuración abstracta como elemento recursivo del simbolismo que resuena con la psique, algo a lo que la psicología de la forma bajo la corriente denominada Gestalt otorgó un mayor peso al establecer la ley de la similitud y la ley de la proximidad como criterios explicativos sobre el significado de los modos en los cuales percibimos y organizamos los patrones visuales, valiéndose de las obras abstractas para esta conjunción del análisis sobre la psique, que ha logrado brindar grandes aportes para el desarrollo de la psicología y la psiquiatría moderna, orientando también en algunos aspectos el curso de las neurociencias.
Ruptura de barreras
Otros aportes menos mentales del arte abstracto tienen que ver con la oportunidad experimental de recursos y técnicas que ha promovido la vinculación de diversos conocimientos procedentes de las artes, los oficios, la ingeniería y la arquitectura, para la consecución de obras bajo una forma expresiva que abre puertas también hacia el desarrollo progresivo de la complejidad técnica dentro de un arte contemporáneo que otras vertientes tienden más bien a simplificar hacia lo absurdo.
Las dinámicas circundantes al mercado del arte abstracto tienden a conferir a las obras el mérito económico equivalente al esfuerzo integral implicado en su creación, por lo que es una excelente opción, altamente competitiva y remunerada para los artistas que brindan una ejecución consistente y perdurable en sus obras, aportando un legado con gran influencia sobre la percepción del arte en el mundo.
Art. actualizado: Oct. 2023; sobre el original de enero, 2015.
Referencias
Cauquelin, A. (2002). El arte contemporáneo (Vol. 52). Publicaciones Cruz O., SA.Giunta, A. G. (2014). ¿Cuándo empieza el arte contemporáneo?. Fundación arteba.
Gradowczyk, M. H. (2004). Manuel Espinosa: una [re] lectura del arte abstracto y sus operaciones. Ramona, 39, 56-66.
Kuspit, D. (1990). Un apunte freudiano sobre el arte abstracto. Luego: cuadernos de crítica e investigación, (20), 21-41.
Serraller, F. C. (2014). El arte contemporáneo. Taurus.
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