Importancia de las Personas
Una persona es un individuo, un sujeto que es parte de un conjunto de personas, que se denomina comunidad y que comparte con ellos un sistema de reglas y normas de convivencia que se deben respetar en tanto estas están establecidas para asegurar la armonía y la paz de esa comunidad. Precisamente, comunidad proviene de “común”, un lugar común, con convenciones sociales compartidas, que en tanto es muy importante que la persona conozca y sepa cuáles son dichas convenciones.
Ahora bien, las personas se constituyen como tal porque el mismo sistema las reconoce como tal, sino ¿quién podría decir si alguien es una persona o no? Entre todos los que leen este artículo, seguramente tendrán una idea e imagen formada de lo que es “ser persona”: ser persona es, ante todo, un ser humano, con todas las características que esto conlleva (nace, crece, se desarrolla, puede reproducirse, muere), que proviene de una familia y que a lo largo de su vida realiza acciones más o menos similares: ir a la escuela, trabajar, criar a sus hijos, etcétera. Aunque claro, no en todos los rincones del planeta lo que se haga en la vida será tan similar a la forma de vida occidental que es la que acabamos de describir. Pero aun así, en esos mismos rincones del planeta, por más que los niños no asistan a escuelas formales, por ejemplo, seguramente serán otras las tareas o acciones que delimitan dicha etapa de la vida, y se espera que todos (o la mayoría) cumpla con esas convenciones sociales.
¿Qué sucede cuando una persona no cumple con dichas convenciones? En general, es inmediatamente reconocido por los demás como alguien que está por fuera de las convenciones, y aquí pueden suceder dos cuestiones diferentes: ser rechazado, por “infractor” de las convenciones, o puede generar adhesión mediante sus acciones, en el caso de que mediante las convenciones se generen situaciones de desigualdad que lleven al recorte de libertad de las personas o que les provoquen dificultades en su vida social (por ejemplo, que se promulgue una ley que obligue a los gobiernos de cada ciudad a colocar rampas para personas con discapacidades físicas, de modo que el tránsito de ellas pueda verse mejorado y mejorar así también la calidad de vida de ellos).
En la actualidad, existen leyes superiores a las constituciones nacionales (tratados y pactos internacionales) que establecen derechos y obligaciones para “todas las personas”, es decir, sin distinción de sexo, raza, etnia, religión, nivel de ingresos, nivel de educación, entre otros factores.
Trabajo publicado en: Nov., 2013.
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