Importancia de la Revolución Mexicana
Del mismo modo que ocurrió con muchas revoluciones latinoamericanas, la mexicana se dio en el marco de una enorme desigualdad social y económica que hacía siglos se mantenía en el territorio y que tenía que ver con estructuras de poder que buscaban mantener sus privilegios a costa de la pobreza y miseria del pueblo así como también de la eterna dependencia de los países centrales.
Los antecedentes y el qué pasó antes de la Revolución
Para situarnos mejor en el contexto de la revolución mexicana, debemos decir que la última mitad del siglo XIX en México como en toda Latinoamérica había visto la explosión del crecimiento económico en el marco de la División Internacional del Trabajo, aquel sistema que suponía la división del planeta en países centrales y periféricos. Como país periférico, México se especializó en aquella época en la producción agrícola y ganadera para exportación, ambas actividades que mantenían a la vasta mayoría de la población campesina en la miseria y la pobreza.
Al mismo tiempo podemos mencionar una situación política de mucho autoritarismo, con líderes como Porfirio Díaz, que se encaramaban en el poder de manera fraudulenta para perpetuar sus privilegios y rodearse de corrupción y sombras. En este marco es que comienza a crecer el malestar social y son algunos campesinos quienes empiezan a hacer del mismo una fuerza organizada y combativa.
La lucha de Zapata y Villa: una lucha unida
Tomando la tradición de la revolución que un siglo atrás habían llevado a cabo Hidalgo y Morelos, Emiliano Zapata y Pancho Villa supieron organizar un complejo entramado de lucha que basó su fortaleza especialmente en el apoyo campesino que recibieron a sus propuestas en el interior de México, en aquellos estados más pobres donde el sistema económico asolaba más cruelmente a la población. Su principal demanda era la de una reforma agraria que permitiera romper con la estructura latifundista en manos de unos pocos dueños y permitiera a los campesinos adueñarse por primera vez de la tierra que trabajaban.
Zapata y Villa fueron para el Estado mexicano dos forajidos peligrosos. Su poder popular los convirtió en blancos de todas las persecuciones y aún así siguieron luchando para lograr sus objetivos. Con muchas idas y vueltas y compañeros a los que se consideró traidores ya que una vez en el poder no cumplieron con lo prometido, Zapata y Villa murieron asesinados pero quedaron en la memoria del pueblo como los máximos líderes y referentes de la lucha. Eventualmente la revolución logró consolidarse y los cambios que se habían empezado lentamente a dar se aseguraron gracias a la lucha y a la insistencia del movimiento zapatista.
Imagen: Fotolia. lo0kus
Trabajo publicado en: Nov., 2016.
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