Significado de incertidumbre Definición, en la vida, ejemplos y emociones
Licenciada en Psicología
Definición formal
La incertidumbre es la falta de información al respecto de la cual uno aguarda, y tiene interés en profundizar, causando un sentimiento que se mezcla entre desolación, ansiedad y expectativa.
Desde la esfera etimológica, se presenta combinando los elementos del latín tardío: el prefijo in-, que cumple una función de negación al entenderse como «no», y certitūdo, para marcar certidumbre, este último asociado a certus, que se lo interpreta como cierto.
Incertidumbre de la vida
Esta noción se asocia o enlaza a otras como la duda, vacilación, información escasa o poco clara, perplejidad y desconocimiento. Por ejemplo: “Durante el partido de fútbol, el jugador estrella se ha lastimado, siendo retirado del lugar por una ambulancia, aún no se sabe la gravedad de la lesión sufrida, por lo que los espectadores están esperando noticias, llenos de incertidumbre”.
Pero, más allá de su connotación negativa, una cuota de incertidumbre es siempre parte normal e inevitable de la vida. Esto se debe a la imposibilidad de planificar todo y tener el control sobre el futuro (nuestro, del entorno, del contexto más general).
Algunas personas se ven más afectadas que otras ante las sorpresas y eventos inesperados, como los amantes de la rutina, los organizados, los que gustan de lo predecible, mientras que otras lo toman con más naturalidad y aceptación.
Ejemplos de situaciones que generan incertidumbre
Generalmente el inicio de un nuevo empleo, el ingreso a una nueva etapa vital, la desvinculación con alguien importante para nosotros, el fallecimiento de un ser querido, los viajes, mudanzas, accidentes, nos sumergen en la incertidumbre, es decir, nos obligan a vivenciar la falta de seguridad y certeza, en el encuentro con lo desconocido.
Las entrevistas de trabajo, donde asiste el postulante interesado y se encuentra con la persona encargada de la selección del personal, producen incertidumbre, al no saber si se logrará el ingreso laboral pretendido, especialmente si la respuesta es dada a posteriori, como sucede usualmente.
La ansiedad se incrementa aún más cuando en dicho encuentro se administran test psicológicos, para identificar si el solicitante se adecúa a los requerimientos del puesto en cuestión. Estas técnicas no tienen respuestas “correctas” o “incorrectas” (sino de exploración de los rasgos de personalidad), lo que hace que el entrevistado no sepa, tan sencillamente, qué hacer o decir, en la presión por dar una buena impresión.
Otros ejemplos de escenarios de incertidumbre pueden ser: cuando se espera una respuesta externa, como el resultado de un juicio, una carta de ingreso a la universidad, la aceptación o rechazo de una beca de investigación, el resultado de un examen de residencia, el conocimiento por el estado de salud de un familiar luego de una cirugía, etcétera.
Todo lo anterior tiene lugar a nivel personal, pero también hay situaciones impredecibles más amplias (barriales, locales, regionales, mundiales), pertenecientes a la sociedad, de tipo económicas, culturales o políticas. Por ejemplo, la época de elecciones presidenciales, cambios de gobierno, epidemias, aparición de enfermedades desconocidas, crisis económicas, entre otras.
Emociones asociadas a la incertidumbre
Entre las reacciones a la incertidumbre podemos diferenciar entre ellas que se manifiestan en el mundo de la mente, como el estrés y la ansiedad y las que se expresan en el cuerpo, como las contracturas, dolores de cabeza, tics, etcétera, cuya raíz remite también a lo psíquico.
El sentir miedo, nervios, inquietud, también está dentro de los efectos esperables ante la falta de seguridad. Con este motivo suelen hacerse pronósticos, análisis de probabilidad o cálculos de resultados, en el intento por reducir y hacer más manejables estas emociones que trae consigo la temida incertidumbre.
Trabajo publicado en: Feb., 2020.
Ilustraciones: Inferno189