Definición de Límites Planetarios
Licenciado en Biología
Los límites planetarios son una herramienta conceptual novedosa para comprender los desafíos ambientales a los que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI. Propuesto por un grupo de científicos en el año 2009, este marco teórico intenta identificar y cuantificar umbrales críticos para ciertos procesos planetarios. Los valores de esos límites tienen en cuenta referencias máximas que puede tener ese proceso para asegurar el correcto funcionamiento del sistema planetario. Sobrepasar esos límites implica entrar en una zona de incertidumbre, en la que la ciencia no puede predecir el comportamiento del proceso.
El concepto de límites planetarios, en palabras simples, les pone valores numéricos a las fronteras de la “zona segura”. Cruzar esos valores significa que ese proceso ha entrado en una zona de incertidumbre, en la que podemos predecir cómo se comportará el sistema. Cualquier sistema tiene un límite de tolerancia ante fuerzas externas de cambio. Estas fuerzas se conocen como forzantes.
Hasta cierto punto, el sistema puede tolerar la acción de estos forzantes, cambiar transitoriamente y volver a su estado original. Sin embargo, si el forzante es mayor a un umbral crítico, los cambios se vuelven irreversibles y el sistema transita a un nuevo estado permanente. Es el llamado «punto de no retorno«.
Un ejemplo sencillo es un resorte. Cuando lo estiramos ligeramente, este se deforma temporalmente pero luego retoma su forma original al soltarlo. No obstante, si aplicamos una fuerza de estiramiento excesiva que supera su límite elástico, el resorte quedará deformado para siempre. El «sistema resorte» habrá cambiado irreversiblemente para adecuarse a la fuerza externa que sobrepasó su capacidad de tolerancia.
Un límite planetario es un valor del punto de no retorno del sistema y se basan en valores de variables que, si se mantienen dentro de rangos definidos, aseguran que el planeta funcione en un estado estable, similar al que ha prevalecido durante los últimos 10.000 años del Holoceno. Estas condiciones son las que han prevalecido durante todo el desarrollo de la civilización humana. Ir a condiciones distintas significa enfrentar condiciones nuevas y desconocidas para la especie humana.
Los límites planetarios están definidos para nueve procesos esenciales que regulan la estabilidad y la resiliencia del sistema terrestre: cambio climático, integridad de la biósfera, acidificación del océano, agotamiento de la capa de ozono, flujos biogeoquímicos (ciclos del nitrógeno y del fósforo), uso de agua dulce, cambios en el uso de la tierra, carga de aerosoles atmosféricos y nuevas entidades (contaminación química y otras sustancias nuevas).
Cada límite tiene una variable de control, que es la variable sobre la que se establece el límite, y además es la variable que se usa para medir el estado actual de dicho límite, de ahí el nombre de variable de control.
A continuación, veremos una breve explicación de algunos de los límites. Algunos tienen que ver con procesos complejos y sus explicaciones son demasiado técnicas como para incluirlas aquí.
Cambio Climático
Las variables de control de este límite es la concentración de dióxido de carbono (CO2) atmosférico en partes por millón (ppm), que es una medida de concentración.
El límite establecido oscila entre 350-450 ppm de CO2 y el valor actual de esta variable es 420 ppm. Es un límite muy cercano al punto de no retorno.
El cambio climático es quizás el límite planetario más conocido y debatido. La principal variable de control es la concentración de CO2 en la atmósfera, un gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global.
Integridad de la biósfera
Las variables de control utilizadas son la tasa de extinción (E/MSY), que mide cuantas especies se extinguen en un tiempo determinado y el índice de integridad biótica (BII), que mide la salud de los ecosistemas.
El límite establecido para la tasa de extinción es 10 extinciones por millón de especies por millón de años (E/MSY <10), y un BII mayor o igual a 0.8.
Lamentablemente, las estimaciones actuales sugieren que la tasa de extinción real se encuentra entre 100 y 1000 veces por encima del límite establecido (100-1000 E/MSY), indicando una pérdida de biodiversidad acelerada en curso. El BII se mantiene en valores más o menos cercanos al límite. Estos datos reflejan que nos encontramos por encima de los límites para la sostenibilidad de los sistemas biológicos.
Depleción de ozono estratosférico
La capa de ozono en la estratósfera, una de las capas superiores de la atmósfera, funciona como un gran filtro solar, filtrando la radiación ultravioleta del sol, que es nociva para la vida.
Durante las últimas décadas del siglo XX, se observó una reducción significativa del ozono, lo que llevó a la adopción de políticas internacionales como el Protocolo de Montreal, que ha tenido éxito en frenar esta degradación. Sin embargo, se observan variaciones regionales y estacionales, indicando que la cantidad y espesor de la capa de ozono también puede variar naturalmente por otros factores.
La variable de control es la reducción del ozono (O3) en la estratósfera. El límite establecido permite una reducción de hasta un 5% respecto a los niveles preindustriales, lo cual se considera un umbral seguro para evitar daños significativos a la capa de ozono y los riesgos asociados. Actualmente, los niveles globales de ozono estratosférico se encuentran dentro de este límite seguro.
Acidificación del océano
La variable de control es la concentración de carbonato de calcio cristalino (aragonito) en los océanos.
Este parámetro mide la disponibilidad de iones carbonato, esenciales para que muchos organismos marinos, como los moluscos, foraminíferos y corales formen sus conchas y esqueletos. Los esqueletos de estos organismos se disolverían en agua ácida, por lo que es un límite muy importante para mantener la salud de los ecosistemas marinos.
El límite establecido indica que esta concentración debe mantenerse en al menos un 80% del nivel preindustrial. Actualmente, el valor se encuentra en un 84% de la concentración preindustrial, ligeramente por encima del límite.
La acidificación del océano, causada por la absorción del dióxido de carbono atmosférico, es el principal factor que reduce los niveles de aragonito. A medida que el CO2 se disuelve en el agua marina, forma ácido carbónico, disminuyendo el pH.
Si bien los valores actuales están cerca del límite seguro, cualquier disminución adicional (y dado que la concentración atmosférica de dióxido de carbono en la atmósfera se espera que aumente en el futuro) podría tener graves consecuencias para los ecosistemas marinos.
Trabajo publicado en: Ago., 2024.
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