Definición de Llama

El término llama tiene dos acepciones bien diferentes entre sí que son de uso común en la lengua española. La llama puede ser tanto un animal de carga conocido en áreas de altura, que además es utilizado por su carne, su pelo y otros elementos. Otra acepción que tiene la palabra llama es la que hace referencia a aquella luz que se genera a partir del fuego y que puede estar presente en diferentes tipos de elementos, en una vela, en una hornalla, en el fuego directo, etc.

La llama entendida como animal es un tipo de camélido (como también lo son los camellos, el guanaco, la vicuña o la alpaca) que se encuentra en diferentes regiones de clima árido y altura, especialmente en la zona andina que abarca a varios países de América del Sur. La llama es un animal de tipo doméstico y de hecho fue de vital importancia para muchas de las sociedades precolombinas que allí existieron, por ejemplo la inca. La llama es un animal relativamente grande que puede llegar a alcanzar fácilmente la altura del ser humano e incluso pasarlo debido a su largo cuello. El cuerpo de la llama está completamente cubierto por abundante pelaje, salvo la parte inferior de sus patas. Este pelaje es utilizado para la confección de textiles y abrigos.

Llama es también lo que se produce a partir de la combustión que se genera entre un elemento inflamable y el ambiente que lo rodea. La llama no es más que fuego, pero puede variar su color, su intensidad o incluso su forma dependiendo de cada caso (siendo por ejemplo la llama de la vela estable y la de un fogón mucho más inestable). La llama puede ser además azulada, violácea o amarillenta también dependiendo del tipo de situación en la que se genere.