Definición de Lobby (política)
La palabra lobby es un anglicismo que se usa con normalidad en nuestro idioma. El término lobby se puede traducir como grupo de presión y se refiere a aquellos colectivos que intentan influir sobre los representantes políticos.
Los miembros de la soberanía nacional ostentan el poder ejecutivo y legislativo y, por lo tanto, son quienes están legitimados para proponer leyes y aplicarlas. Paralelamente, hay entidades y organizaciones que tienen un poder económico e intentan influir en la clase política en beneficio de sus intereses económicos o estratégicos. En este sentido, en los medios de comunicación se habla habitualmente del lobby farmacéutico, el industrial, el armamentístico o el hotelero, entre otros muchos sectores.
El concepto de lobby se popularizó en Gran Bretaña y EEUU en el siglo XlX, cuando las grandes corporaciones empezaron a presionar a los representantes del pueblo para que las leyes estuvieran en consonancia con sus intereses.
Los lobbys bajo sospecha permanente
El papel del lobby no es, en principio, una actividad contraria a la ley. De hecho, un lobbista se dedica a defender y a representar a un sector y para ello es lógico que informe a los políticos sobre sus aspiraciones. Sin embargo, en la relación entre un lobby y los representantes políticos hay un aspecto conflictivo: la política está orientada al interés general de la población y un lobby representa a unos intereses particulares.
Esta oposición de intereses resulta sospechosa y al mismo tiempo incorpora el germen de la corrupción. Esta circunstancia ha originado una controversia con respecto al papel de los lobbies y su legitimidad para establecer vínculos con la política.
Las puertas giratorias
La expresión «puertas giratorias» se ha puesto de moda en los últimos años en España y tiene una relación directa con los lobbies (puerta giratoria es un calco del inglés, concretamente de la expresión revolving door). Para comprender mejor el mecanismo de la «puerta giratoria» resulta esclarecedor recurrir a un ejemplo.
Imaginemos un político que durante su etapa parlamentaria ha impulsado una ley sanitaria que beneficia al sector farmacéutico y al finalizar su etapa como parlamentario dicho político es fichado por una multinacional farmacéutica. Este procedimiento resulta muy llamativo y sospechoso y, en consecuencia, es considerado como una corrupción encubierta. La expresión «puerta giratoria» expresa muy bien la perversión de este tipo de prácticas, pues se entra por la puerta de la política y, tras un giro, se sale por la puerta de la empresa.
Fotos: iStock – marchia / Artfoliophoto
Trabajo publicado en: Sep., 2015.
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