Definición de Maleabilidad
Ingeniera Industrial, MSc en Física, y EdD
1. La maleabilidad es una propiedad física que posibilita la alteración definitiva de la forma en la que se presentan ciertas sustancias cuando se someten a una fuerza de compresión.
2. Por analogía. Habilidad comportamental caracterizada por la facilidad de un individuo para adaptarse o influir al respecto de una nueva situación. Ejemplo: ‘La maleabilidad de los niños que se mudan a otro país durante su infancia es impresionante’.
Etimología: Sobre el adjetivo maleable, con referencia en el verbo del latín malleare, en cuanto ‘golpear con un martillo’, sobre el latín malleus, que remite al instrumento del ‘martillo’, seguido por el sufijo -ble, por la forma del latín -bĭlis, en función de la adjetivación deverbal, de -ābilis, en cuanto ‘posibilidad’; y el sufijo -dad, agente de cualidad conforme la sustantivación.
Cat. gramatical: Sustantivo fem.
En sílabas: ma-le-a-bi-li-dad.
Maleabilidad
El término maleabilidad hace referencia a una propiedad física de las sustancias sólidas a deformarse (doblarse, tornearse, torcerse) por compresión o martillado, sin llegar a romperse. Esta propiedad se asocia a la posibilidad de un material para ser moldeado o labrado en delgadas láminas o planchas sin romperse durante este proceso. Desde el punto de vista de la estructura atómica, los materiales maleables se caracterizan porque al ser deformados por tensión, los átomos se deslizan unos sobre otros y permanecerán en la nueva posición.
La maleabilidad suele abordarse casi de manera simultánea con otra propiedad muy similar, que es la ductilidad, ya que ambas se refieren a la capacidad de los materiales para deformarse sin fracturarse, pero la ductilidad se asocia a la obtención de hilos o hebras cuando se les somete a fuerzas, por ejemplo, de tracción.
La maleabilidad está normalmente asociada a metales, con los cuales se puede fabricar innumerables objetos a partir de láminas de ese material.
Maleabilidad de los materiales
Existen diversos materiales que, por su naturaleza, son más maleables que otros, es decir, se pueden someter a procesos de laminación, ya sea martillándolos o aplicando presión continua. Por el contrario, los materiales que no son maleables, se denominan frágiles, lo que significa que se fracturan con facilidad cuando se intenta deformarlos.
Como se trata de una propiedad de los sólidos, es característica de algunos minerales y metales, así como también, aleaciones o combinación de materiales. Los materiales más destacados en la industria y otros sectores por su maleabilidad son: el oro, la plata, el platino, el níquel, el aluminio, el bronce, el hierro, el latón, el cobre, el cromo, el estaño, el titanio, el cadmio y el acero.
Por otra parte, hay ciertos metales, que naturalmente no son maleables, pero que con un apropiado tratamiento térmico se puede reducir el valor de límite de grano para incrementar su maleabilidad, por ejemplo, el zinc es un metal frágil, pero al someterlo a temperaturas por encima de los 150 °C, se puede deformar hasta enrollarlo en láminas.
El zinc, se suele someter a calentamiento o aleación con otros materiales maleables como el cobre para formar latón, o también estaño para formar bronce, y obtener un material con mejores propiedades y múltiples aplicaciones industriales como las cerraduras, griferías, monedas y otros accesorios de uso doméstico.
En cuanto a la medición de la maleabilidad, normalmente se utilizan dos unidades de referencia: especificar la presión o la fuerza de compresión que puede soportar el material antes de quebrarse, o, indicar el espesor de la lámina más delgada de ese material que se puede elaborar antes de que rompa.
El papel aluminio es uno de los productos comerciales más populares por su maleabilidad, lo cual permite formar a partir de él, delgadas láminas tipo papel que se emplean principalmente para la conservación de alimentos.
Ejemplos aplicados de materiales maleables
La selección de cualquier material para propósitos específicos debe tomar en cuenta las propiedades de los materiales, y una de ellas es la maleabilidad, la cual constituye un factor a considerar cuando se necesita disponer de un elemento que sea sometido a deformaciones mecánicas sin fracturarse o quebrarse. Algunos materiales maleables y sus aplicaciones se citan a continuación:
Papel aluminio para conservar alimentos y para recubrimientos: es casi imposible hablar de maleabilidad sin mencionar al aluminio, ya que se trata de un metal abundante y muy maleable que ofrece una amplia gama de posibilidades para ser empleado como recubrimiento o protector en la industria de alimentos, por ejemplo, en las bolsas de snacks y en los envases de tetrabrik. También tiene aplicaciones destacadas en los sistemas de impermeabilización de techos, ya que al colocar una delgada lámina de aluminio sobre el manto de impermeable, la luz del sol se reflejará y se reduce la transferencia de calor a través del techo, además de prolongar la vida útil del manto.
Las bolsas de patatas fritas comerciales vienen en su mayoría elaboradas de aluminio en su interior para conservar el producto en mejores condiciones por más tiempo.
Láminas de oro en la industria electrónica: si se piensa en el oro, automáticamente se tiene la idea de joyas y prendas costosas por tratarse de un metal precioso; sin embargo, si se considera que además del valor estético, también posee propiedades interesantes como la alta maleabilidad, baja reactividad química, muy buen conductor eléctrico y resistente al desgaste, se puede también entender porque este metal es tan útil en el campo de la electrónica.
En la actualidad, prácticamente todos los productos del sector de nanotecnología contienen oro; de hecho, alrededor del 10 % del oro que se utiliza a nivel mundial está destinados a aplicaciones de la electrónica, tales como componentes de Smartphone, relojes, dispositivos de GPS, calculadoras y sistemas eléctricos en vehículos, como el mecanismo de antibloqueo de frenos, la inyección del combustible o el sistema de frenos.
La electrónica ha aprovechado las múltiples bondades físicas y químicas del oro para la elaboración de microcomponentes que integran los dispositivos actuales.
Art. actualizado: Nov. 2022; sobre el original de diciembre, 2009.
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