Definición de Maridaje

Cuando distintos alimentos y bebidas se combinan de manera adecuada y crean una sensación de placer se produce un maridaje. De alguna manera, un producto se convierte en el marido de otro. En el maridaje gastronómico sucede lo mismo que en las parejas reales, pues unas se atraen porque tienen personalidades afines y otras porque son completamente distintas.

En el mundo de la gastronomía hay dos versiones o enfoques posibles: la combinación de productos por su efecto complementario o bien por su efecto contraste. El arte del maridaje es una corriente gastronómica con infinitas posibilidades.

Ejemplos de sabores afines

Los sabores de los ingredientes afines se complementan. Si tomamos como referencia el maridaje de vinos, un vino dulce blanco combina bien con postres elaborados con frutos. El tequila blanco cien por cien agave es un buen acompañante de alimentos con sabor suave (por ejemplo, aquellos que están hechos con guacamole). Las pastas combinan a la perfección con vinos blancos con cuerpo.

La mayoría de pescados azules y los mariscos maridan bien con vinos blancos secos. Las carnes de ave se complementan mejor con vinos blancos que con tintos. El queso de cáscara y el tinto con cuerpo forman una buena pareja.

El maridaje por contraste

Un vino dulce combina bien con un queso roquefort salado. Dos productos tan distintos como el chocolate y el vino también pueden juntarse creando una sensación placentera. El queso fresco y el vino blanco ligero producen un efecto favorable en el paladar. Como es lógico, no todos los contrastes crean un buen maridaje.

Pautas para lograr la combinación ideal

Si vamos a combinar el vino con un plato, es aconsejable pedir asesoramiento a un experto en vino, el sumiller.

En cualquier maridaje hay una dimensión subjetiva, ya que hay personas que se sienten atraídas por los alimentos salados y otras que prefieren los dulces. Debido a ello, lo importante es concentrarse en la sensación que produce la mezcla de productos en las papilas gustativas.

Antes de experimentar con cualquier combinación de comida y alimento, hay que conocer los ingredientes básicos del plato y las características de la bebida.

Un aspecto importante es la textura de los alimentos, ya que algunos dificultan las sensaciones provocadas por el vino.

Cuando un plato lleva una salsa hay que tener en cuenta su sabor a la hora de elegir el vino más adecuado.

En un buen maridaje el sabor de la comida y de la bebida deben realzarse mutuamente y sin que ninguno domine sobre el otro.

Fotos Fotolia: Akelomongkol / Andrey Cherkasov