Definición de Metadatos
Periodista esp. e investigador
A veces se necesita una ayuda extra para poder interpretar los datos informáticos en su contexto correcto. Este soporte, planteado también en «forma» de datos, es lo que se llama metadatos.
Consisten en información anexa a los datos que nos ayudan a interpretarlos.
Un ejemplo sencillo del uso de este recurso serían las informaciones anexas a los ficheros PDF, o DOC contenidas en los mismos ficheros, y que nos indican, entre otras, informaciones como el autor del documento, la fecha y hora de su creación, y el detalle de su última modificación.
La fecha y hora estampadas en las fotos también constituirían un uso de los metadatos, además de la geolocalización que las cámaras modernas son capaces de llevar a cabo para cada imagen.
Todavía un tercer ejemplo de metadatos, serían las etiquetas (tags) con palabras clave que aparecen junto al artículo de un blog o sitio web, y que ayudan a clasificarlo para posteriores búsquedas.
Conceptualmente, los metadatos vendrían a ser como el índice de un libro, que nos ayuda a ubicar los distintos contenidos y acceder a ellos.
Así, los metadatos puede describir la estructura del conjunto de datos principales, ofrecer información y una descripción de estos, o constituir información añadida de tipo estadístico/de control.
Son especialmente útiles cuando se trata de clasificar la información contenida para su posterior recuperación.
Los metadatos no acostumbran a ser importantes -ni siquiera consultados- para el usuario final, pero sí para el sistema que maneja la información.
Es por ello que, en los archivos informáticos, los metadatos suelen estar “escondidos”, aunque siempre podamos encontrar una opción para verlos.
Los metadatos que acompañan a una información pueden variar con el tiempo, incluso si los datos principales no lo hacen, para incorporar nueva información relacionada con un contexto cambiante.
Otra característica de los metadatos es que siempre residen almacenados en el mismo lugar que los datos.
Antes he hablado de ficheros informáticos que contienen metadatos; igual nos pasará con las páginas web, que para un determinado contenido, disponen de los metadatos en forma de etiquetas u otros en el mismo fichero HTML.
Los metadatos también pueden representar un problema de seguridad, ya que al no constar explícitamente, pueden almacenar información que no deseemos.
Por ejemplo, en el caso de una fotografía de la cual no queremos dar a conocer su localización por motivos de seguridad, es posible que el fichero de imagen contenga los datos de geolocalización en el caso de que la cámara con la cual ha sido tomada, tenga esta capacidad.
Por ello, y en aquellos de nuestros dispositivos que sean susceptibles de tener que manipular datos sensibles, vale la pena estudiar qué metadatos les adjunta el sistema, así como cuales las aplicaciones que vayamos a utilizar, para no dejar involuntariamente rastros que no deseemos.
Foto: Fotolia. Nasared
Trabajo publicado en: Sep., 2017.
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