Definición de Microorganismos
Lic. en Biología
1. Cuerpos unicelulares, entre los que destacan arqueas, bacterias, protistas, especies de hongos y plantas, cuya visibilidad resulta imposible para el ojo humano.
Etimología: Conjuga el prefijo micro-, por el griego μικρο- (mikro-), que remite a ‘pequeño’ y organismo, por el inglés organism, formado por organ-, en cuanto órgano, sobre el latín orgănum, respecto del griego ὄργανον (órganon), y el sufijo -ism, -ismo, con raíz en el latín -ismus, sobre el griego -ισμός (-ismós), como propiedad de acción.
Cat. gramatical: Sustantivo masc.
En sílabas: mi-cro-or-ga-nis-mo/s.
Microorganismos
Los microorganismos son considerados las formas de vida más pequeñas que solo pueden ser vistas a través de instrumentos como el microscopio y representan la mayor parte de la materia viva que hay sobre nuestro planeta. En general están formados por una sola célula o un pequeño conjunto de estas, y aunque no estén vivos, los virus son también objeto de estudio de la microbiología.
Pertenecientes a un mundo invisible a simple vista, los microorganismos han sido una pieza fundamental en el desarrollo y mantenimiento de la vida en nuestro planeta tal como los conocemos desde hace miles de millones de años. Pero ¿qué seres vivos son considerados “microorganismos”? y ¿cómo son? La diversidad de microorganismos es muy amplia, pero gracias al desarrollo de herramientas moleculares, se pueden clasificar dentro de tres grandes categorías.
Bacterias
Como su nombre lo indica, incluye a las células bacterianas que pertenecen al grupo de los procariontes. Son procariontes por lo que no poseen núcleo ni otros organelos. Su morfología celular es variada, siendo común encontrar en la naturaleza “cocos” (células esféricas), “bacilos” (células en forma de bastón), “vibrios” (células curvadas) y “filamentosas” (células alargadas como hilos). Tienen una membrana celular semipermeable constituida por fosfolípidos y muchas especies cuentan con una “armadura” conocida sencillamente como pared celular que rodea la membrana plasmática. Esta pared está construida por un polímero llamado peptidoglicano constituido por la unión de péptidos y azúcares que es resistente al estrés mecánico y químico.
Muchas bacterias están equipadas con “flagelos” que les otorgan capacidad movimiento. Pueden tener uno o más de uno y son estructuras delgadas que son usadas para moverse en medios líquidos.
Cuentan con un cromosoma circular en el que se encuentra toda la información genética para reproducirse, interactuar con su ambiente y eventualmente evolucionar. Tienen mecanismos que les permiten generar y compartir genes de resistencia entre miembros de su misma especie y con otras especies para sobrevivir contra agentes químicos como los antibióticos.
Archaea
Al igual que las bacterias, las arqueas integran al grupo de los procariontes, pues tampoco cuentan núcleo u organelos. Sin embargo, hay aspectos moleculares y fisiológicos que las hacen suficientemente diferentes como para tener su propio grupo.
A diferencia de los eucariontes y las bacterias cuya membrana esta constituida principalmente por fosfolípidos, las membranas de las arqueas están formadas por unidades de isopreno que dependiendo de cómo se organicen son resistentes al calor y a la salinidad, por ejemplo.
Son un grupo interesante en el sentido metabólico pues pueden obtener energía de sustancias inorgánicas, vivir en ambientes extremos a temperaturas superiores a los 80ºC, con alta concentración de sales o lugares con alta acidez.
Eukarya
Las células eucariontes son más grandes que las procariontes, cuentan con un núcleo que protege el material genético y una serie de organelos membranosos especializados en funciones metabólicas que suministran energía, construyen proteínas, transportan sustancias, entre otras cosas. Los microorganismos que representan a este grupo son las algas, los protozoarios, los hongos y microatrópodos como los ácaros.
Importancia y descubrimiento
Los microorganismos son cosmopolitas, es decir, pueden encontrarse en una gran variedad de ambientes como el suelo, agua, sobre plantas y animales. Aunque conocemos algunos considerados patógenos, la mayoría de las especies de bacterias, arqueas, hongos y protozoarios forman parte de procesos complejos que impactan, por ejemplo, en la agricultura al fijar nutrientes en el suelo, al transformar la materia orgánica en compuestos aprovechables por animales o plantas, y para formar parte de las redes tróficas que mantienen a los ecosistemas en nuestro planeta.
En el contexto humano, los microorganismos son de interés en la industria alimentaria, ya sea como agentes útiles para producir y conservar alimentos o en sentido contrario, elementos no deseables en la producción que puedan contaminar y provocar perdidas millonarias. Algunos otros de interés clínico, causantes de enfermedades y otros más de interés energético al ser utilizados para producir biocombustibles como las arqueas metanogénicas. También, los microorganismos se pueden ocupar para eliminar contaminantes de suelo y agua, un proceso conocido como biorremediación. El descubrimiento de los microorganismos abrió una puerta a la investigación que permite utilizarlos como herramientas que facilitan nuestra vida cotidiana, solucionar problemas industriales y médicos, y entender como impacta la actividad humana en la naturaleza.
Los microorganismos han formado parte de la civilización humana desde sus inicios, pues se han ocupado para producir alimentos y han estado asociados las epidemias que marcaron la historia de la humanidad, aun sin ser plenamente conscientes de su existencia. Eso cambió en el siglo XVII cuando personajes como Anton van Leeuwenhoeck y Robert Hooke inventaron dispositivos que dieron origen al microscopio y fueron los primeros en observar microorganismos en gotas de agua, lo que abrió las posibilidades de indagar en su naturaleza, su asociación con enfermedades y el diseño de vacunas, dando, por lo tanto, origen a la microbiología como una ciencia formal.
Fotos 2 y 3: iStock – KuLouKu / kasto80
Art. actualizado: Sept. 2022; sobre el original de marzo, 2009.
Referencias
Madigan, T., Martinko, J. M., Bender, K. S., Buckley, D. H. & Stahl, D. A. (2015). BROCK. Biología de los microorganismos. Pearson Educación, S.A.Escriba un comentario
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