Definición de Miel
La miel es un alimento de sabor dulce que es elaborado por las abejas a partir del néctar de las flores para su propio consumo, se produce y almacena en sus nidos en estructuras hexagonales que confluyen para formar el panal.
Para ser obtenida es necesario recolectarla desde un panal, sin embargo es posible domesticar las abejas y lograr la producción industrial de miel en un proceso conocido como apicultura.
El principal uso de la miel es gastronómico, empleándose en la elaboración de alimentos y bebidas como es el caso del yogurt árabe aromatizado como yerbabuena y endulzado con miel, se emplea también en una gran variedad de desayunos que incluyen las panquecas y los buñuelos que suelen ir bañados en miel, en la elaboración de postres, en la preparación de salsas y aderezos como la vinagreta a base de miel y mostaza.
La miel es un alimento milenario
Los relatos bíblicos hacen referencia al uso de la miel tanto como alimento así como elemento a ser intercambiado para obtener otros valores, los antiguos egipcios la empleaban, incluso se han encontrado vasijas con miel en las excavaciones arqueológicas llamando la atención el hecho de que la miel con más de dos mil años de elaborada era aún apta para su consumo, poniéndose en evidencia el hecho de que la miel no se descompone.
Usos terapéuticos de la miel
Fuera de la cocina la miel es usada por sus propiedades medicinales bien sea de forma directa o formando parte de preparaciones como diversos tipos de té e infusiones en los que suele combinarse con el zumo de limón. Su principal uso es en tratamiento sintomático de afecciones como los resfriados, el dolor de garganta por faringitis o amigdalitis y en el alivio de la tos.
En estos casos la efectividad de la miel es debida a sus propiedades antiinflamatorias y antisépticas, esto último significa que es capaz de detener la proliferación de gérmenes, especialmente virus y bacterias.
La miel también es utilizada en el tratamiento de lesiones en la piel al ser colocada directamente sobre la lesión, por sus mismos efectos antimicrobianos es capaz de combatir las bacterias al tiempo que estimula la curación de las heridas. Otro de los mecanismos por los que la miel contribuye a cicatrizar las heridas es por su poder antioxidante, al eliminar radicales libres estimula la producción de colágeno y la formación de nuevo tejido para reparar la herida.
La miel es rica en azucares por lo que tiene efectos en el metabolismo
La miel está formada principalmente por carbohidratos del tipo fructosa, si bien son más naturales que el azúcar refinada, también son capaces de elevar el azúcar en la sangre, producir sobrepeso y llevar al desarrollo de resistencia a la insulina si se ingiere de forma excesiva como ocurriría con cualquier otro tipo de azúcar. Se estima que unos 100 gramos de miel aportan un total de 300 calorías.
Fotos: iStock – knape / jeangill
Trabajo publicado en: Oct., 2015.
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