Definición de Nomenclatura Química

En el conjunto de la naturaleza hay más de cien elementos químicos diferentes, concretamente 118. Los elementos químicos son un tipo de materia y están constituidos por átomos de la misma clase. En la ciencia de la química se utiliza una tabla para clasificar y ordenar los distintos elementos, la conocida tabla periódica, en la cual aparece el nombre de cada elemento junto con su respectiva abreviatura o símbolo, así como otros datos de interés (número atómico y masa atómica). Para referirnos a los elementos y poder combinarlos entre sí es necesario un tipo de denominación y un lenguaje específico, es decir, una nomenclatura química.

Clasificación de la tabla periódica

En el lado izquierdo y en el centro de la tabla aparecen los elementos metálicos, los no metálicos se encuentran en el lado derecho y los metaloides también en la derecha pero formando una línea discontinua.

La tabla está dividida en 18 diferentes grupos verticales, porque cada línea de elementos tiene muchas características en común. Así mismo, la tabla presenta 7 diferentes niveles.

Al observar la tabla periódica se aprecia que los elementos están ordenados de menor a mayor en relación con su número atómico.

Cómo leer la nomenclatura química

Para nombrar un elemento de la tabla periódica se utiliza una abreviatura con las letras grandes en el centro de su casilla correspondiente (por ejemplo, se escribe He y en la parte inferior se escribe su nombre completo, Helio). En la esquina superior izquierda de la casilla del elemento se encuentra su número atómico, que en el caso del helio sería el 2. En la esquina derecha encontramos el número de su masa atómica (4 en el helio).

A partir de la lectura de un elemento químico ya es posible manejar una nomenclatura que permita leer la combinación de los distintos elementos. Para nombrar los elementos químicos existen tres formas diferentes: la sistemática, la de stock y la tradicional, siendo la nomenclatura sistemática la más utilizada, ya que se trata de la más sencilla.

Si tomamos como referencia la nomenclatura sistemática ésta consiste en utilizar una serie de prefijos en función del número de átomos (mono, bi, di, tetra, etc). Así, si en la molécula química hay un átomo utilizaremos el prefijo mono. Un ejemplo muy conocido es el CO2 o dióxido de carbono (aquí el prefijo di alude a los dos átomos de oxígeno).

En cuanto a la nomenclatura stock consiste en poner la valencia del elemento químico entre paréntesis y en números romanos, por ejemplo FeH2 es un hidruro de hierro (ll). La nomenclatura tradicional es probablemente la más complicada y consiste en seguir una tabla con prefijos y sufijos dependiendo del número de oxidación del elemento químico (los prefijos hipo o per y los sufijos oso e ico). Por ejemplo, el ácido hipocloroso (Cl2O) o el sulfato niqueloso (NiSO4).

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