Qué es Noúmeno

El concepto que analizamos es eminentemente filosófico y forma parte de la terminología que desplegó Inmanuel Kant en sus reflexiones sobre el conocimiento humano. La visión kantiana hay que entenderla como un idealismo trascendental, es decir, la consideración de que el conocimiento solo puede referirse a los fenómenos y no a lo que son las cosas en sí mismas o noúmeno.

Distinción entre fenómeno y noúmeno

Según Kant la razón humana emplea unas categorías mentales para entender la realidad y dichas categorías solamente pueden aplicarse a la experiencia de aquello que ocurre en el espacio y en el tiempo. Aquello que se percibe en el espacio y en el tiempo es el fenómeno y es lo que aparece en nuestra mente como representación. Sin embargo, si hay algo que aparece, esto implica que también hay algo que no aparece y a ese algo Kant lo llama noúmeno. Por lo tanto, el noúmeno es la idea de lo que algo es en sí mismo, también conocido como «la cosa en sí».

El noúmeno no se puede reconocer por los sentidos, sino que se trata de una intuición intelectual

En este sentido, nuestro conocimiento no puede ir más allá de los fenómenos. En consecuencia, desconocemos lo que son las cosas en sí mismas. Así, el noúmeno se convierte en una referencia que expresa el límite de nuestra experiencia, es decir, de aquello que puede ser conocido.

No conocemos las cosas en sí mismas (su noúmeno), ya que el espacio, el tiempo y las categorías mentales son las coordenadas que limitan nuestro conocimiento de la realidad.

La búsqueda del noúmeno es una tendencia inevitable de la razón humana

Si bien las categorías mentales solo se proyectan en el espacio y el tiempo, el entendimiento humano no puede evitar hacerse preguntas sobre lo que está más allá de la experiencia. Esto quiere decir que al plantearnos cuestiones como la existencia de Dios, la idea de alma o el mundo como totalidad (cuestiones que no son fenómenos sino noúmenos) estamos expresando una inquietud por conocer el fundamento último de la realidad.

La razón se proyecta sobre los fenómenos, pero al mismo tiempo tiende a buscar explicaciones generales que abarquen la totalidad de la realidad. Para Kant, hay tres ideas que el ser humano no puede ignorar: Dios, alma y mundo. Ninguna de ellas es objetiva, pues no hay ningún fenómeno concreto que las identifique, pero son cuestiones que expresan el ideal de la razón por encontrar leyes o principios que expliquen la realidad tal y como es.

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