Definición de Ortografía
Licenciada en Letras Hispánicas
1. La ortografía es el uso adecuado de las normas gramaticales definidas para la forma escrita de un idioma.
2. Área responsable por estudiar la composición de las palabras y oraciones utilizando signos gráficos, signos auxiliares y signos de puntuación adecuados en función del significado que se desea utilizar.
Etimología: Por el latín orthographĭa, respecto del griego ὀρθογραφία (orthographía), constituido por el prefijo griego ὀρθο- (ortho-), de ὀρθός (orthos) que remite a ‘correcto’, ‘recto’, y el sufijo griego -γραφία (-graphía), sobre el verbo γράφειν (gráphein), en cuanto ‘escribir’, ‘grabar’.
Cat. gramatical: Sustantivo fem.
En sílabas: or-to-gra-fí-a.
Ortografía
En consonancia con el Diccionario de Oxford y las definiciones de la Real Academia Española, la ortografía comprende las reglas que norman la lengua escrita, los modos correctos en que se configuran individual y conjuntamente las diversas palabras, y en que se trabajan los signos auxiliares. Nótese, que se describe su uso solo para la lengua escrita lo cual significa que en el lenguaje hablado estas reglas no son de aplicación o significado trascendente –aunque varias de las reglas consideran la fonética para su práctica.
La ortografía forma parte intrínseca de la ciencia de la gramática (desde donde se abarcan las reglas que rigen el uso de una lengua, tanto de nivel oral como escrita) y se enfoca en la comunicación. Con origen en el griego ὀρθογραφία (orthographía), remite a “escribir correctamente”, cuestión primordial en la efectividad del ejercicio comunicativo aun cuando el idioma tiene factores de cambio en el tiempo, ya sea por la inclusión de modismos o la adaptación de vocablos de otros idiomas (esta es una de las formas de neologismos en una lengua, pero este tema se toca más profundamente en otro apartado).
Entonces: no aplicar estas reglas y “violar” las características de la escritura de una palabra es lo que denominamos faltas ortográficas o faltas de ortografía. La correcta redacción de textos, sin estos fallos, debería ser primordial en la enseñanza y redacción de una lengua ya que un texto puede perder credibilidad, autoridad y calidad.
Tristemente, en la actualidad este es un tema delicado, ya que la tecnología ha propiciado que se confíe ciegamente la redacción a editores de texto que cuentan con correctores ortográficos no tan actualizados o totalmente desconocidos por quienes los utilizan. Según algunos expertos, las razones por las que una persona escribe con errores pueden ser:
– distracción
– escasa importancia que se le da a la ortografía
– poca lectura
– uso de la tecnología e influencia de esta, ya que los jóvenes –sobre todo– escriben como si lo hicieran en mensajes de texto, lo cual representa una terrible mutilación del lenguaje .
Unificación del lenguaje y normativa ortográfica
Con el reinado de los reyes católicos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, vino la unificación de lo que conocemos como lengua española, que se refiere al uso del castellano en todo el territorio nacional. Esto sucede a partir de la unificación de los reinos españoles, lo cual posibilitó la definitiva expulsión de los árabes del territorio en 1492. En ese año también comienzan los “viajes de descubrimiento” de Cristóbal Colón, lo que inició el proceso de conquista y colonización de nuevos territorios (en América Latina). Por eso las tierras que estuvieron bajo el dominio de la corona española por varios siglos adoptaron el castellano como lengua oficial.
El castellano es la lengua romance de mayor difusión en el mundo actual.
La normativa ortográfica de la lengua española es resultado de un proceso de adaptación y simplificación de los usos antiguos que la Academia Española emprendió casi al mismo tiempo del “nacimiento” del idioma. En 1844 se publica el “Prontuario de ortografía de la lengua castellana” y que se situó como documento de enseñanza en las instituciones públicas. Este es el primer intento exitoso de promover una norma de uso en el lenguaje y el mismo Andrés Bello se admira de los esfuerzos y liberalidad de la Academia para introducir reformas útiles y de la docilidad del pueblo para acatarlas.
Principales reglas ortográficas
El uso de signos de puntuación, tratado en un espacio anterior, es parte de la ortografía, al igual que la acentuación. Pero existen otras reglas para la escritura en nuestro lenguaje.
Dado que el alfabeto español se corresponde casi completamente al alfabeto latino, surgieron varias grafías que permitieran la correspondencia de estas con los sonidos. De ahí la estrecha relación con la fonética. Algunos fonemas, por ejemplo, /s/ puede ser representada con distintas grafías, considerando también la expansión del castellano por diferentes países.
/s/ – distinto
cita
desafío
hombrecito
Esto sucede en las regiones fuera de España, puesto que en ese territorio sí existe una diferenciación fonética de las grafías “s” y “c”.
El fenómeno también se da con el sonido /b/, que en Latinoamérica puede ser representado por las grafías “b” y “v”.
Ejemplos a partir de las reglas ortográficas más conocidas
– antes de “p” y “b” escribimos “m”: ejemplo, también.
– las terminaciones -cito, de las formaciones del diminutivo, se escriben con “c”: hombrecito, mujercita, florecita.
– los verbos terminados en -bir y -buir, se escriben con “b”: escribir, recibir, contribuir. Existen excepciones: hervir, servir, vivir y sus compuestos.
– el pretérito imperfecto del indicativo (copretérito en la terminología de Andrés Bello) con terminación -aba, se escribe con “b”: estaba, calmaba, amaba.
Existen además ciertos fonemas que son representados con diágrafos (dos grafemas) pero estos no están incluidos en el alfabeto. Es el caso de la “rr”, “ch”, “ll”, “qu”, “gu”: correr, chaleco, llave, queso, guitarra.
Otras observaciones respecto al alfabeto y el uso de ciertos grafemas
– la letra “h”, que con anterioridad representaba una aspiración (algo parecido a la “j” que hoy conocemos), hoy carece de valor fonológico y no tiene sonido alguno. En algunas palabras pasó a formar parte de la ortografía, sustituyendo a la “f” inicial: por ejemplo “fermosura” pasó a ser “hermosura”.
– las letras “w” y “x”. En el primer caso se usan con términos derivados del inglés, como whiskey. El segundo caso representa un grupo de dos fonemas, correspondientes a las secuencias “ks” o “gs”, especialmente en posición entre dos vocales: examen, boxeo.
La “ñ” representa un fonema nasal palatal. Este no existía en latín por lo que el uso de su sonido fue adoptado de forma distinta por los diversos idiomas que provienen de este: el catalán eligió “ny”, el francés y el italiano “gn”, el portugués “nh”. Todos estas grafías se corresponden con el fonema que pronunciamos en las palabras España, año, niño, etc.
Para terminar, debe considerarse que, aunque existen reglas casi inamovibles, la ortografía sufre variaciones temporales, ya que la Real Academia Española, órgano rector de la lengua, acepta con cierta periodicidad términos que por su frecuencia de uso pueden ser considerados parte del idioma (aunque antes no lo fueran de manera oficial). Si se desea contar con una excelente ortografía, es recomendable estar actualizados con respecto a las nuevas normativas.
Trabajo publicado en: Abr., 2022.
Referencias
- Bello, A.: Gramática de la Lengua Castellana.- De la Rosa Santillana, N. I.: La importancia de la ortografía en la producción de textos.
- Lapesa, R.: Historia de la Lengua Española.
- Real Academia Española: Ortografía de la Lengua Española.
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