Definición de Piedra de Rosetta
Durante más de dos mil años los conocimientos sobre el Antiguo Egipto permanecían semi-ocultos. Este desconocimiento tenía una explicación: la comunidad científica desconocía el sistema jeroglífico y el alfabeto demótico que empleaba esta antigua civilización. Sin embargo, en 1799 se descubrió una gran piedra de basalto en la que aparecía información escrita sobre el Antiguo Egipto. Este descubrimiento se produjo en el contexto de la invasión de Egipto de las tropas de Napoleón en 1798.
El ejército de Napoleón llegó a las costas de Alejandría, pero en la expedición militar también iban científicos de varias disciplinas. A partir de este momento un grupo de investigadores franceses establecieron las bases teóricas de la egiptología.
En julio de 1799 un oficial francés que se encontraba en la pequeña ciudad de Rosetta descubrió de manera casual una plancha de piedra con inscripciones extrañas. En ella había información escrita en tres versiones distintas: griego, la escritura demótica del Antiguo Egipto y el lenguaje jeroglífico. La piedra tenía las siguientes medidas: 144 cm de alto por 91 cm de ancho y pesaba 700 kg.
Un general francés dio la orden para que la piedra fuera enviada a un centro de investigación en El Cairo. Por entonces, los británicos intentaban expulsar a los franceses de Egipto.
Cuando finalmente lo consiguieron en 1801 se apropiaron de la «Piedra de Rosetta» como parte del botín de guerra. Este valioso tesoro llegó a Londres en 1802. En ese momento los investigadores empezaron una batalla intelectual para intentar descifrar su contenido.
El enigma de la piedra fue desvelado finalmente gracias al trabajo de Champolion
El texto en griego se tradujo sin ningún problema. Se trataba de un decreto relacionado con el faraón Ptolomeo V. Cuando se intentó conocer el significado de los otros dos textos comenzaron a surgir las dificultades. De esta manera, los investigadores se encontraron ante un complejo misterio, pues ningún experto sabía interpretar el contenido completo de la «PIedra de Rosetta».
Fue el lingüista e historiador francés Jean-François Champolion quien logró interpretar su significado tras varios años de dura investigación.
Este hallazgo arqueológico no fue importante por el contenido de los textos, sino porque supuso un paso definitivo para la comprensión de la lengua demótica y de las inscripciones jeroglíficas. Gracias a la investigación de Champolion ha sido posible descifrar los grandes misterios del Antiguo Egipto.
Un hallazgo que cambió el rumbo de la egiptología
En el Museo británico de Londres hay fabulosos tesoros de la antigüedad. Entre ellos se encuentra la célebre «Piedra de Rosetta». Esta gran placa de piedra es, sin lugar a dudas, uno de los restos arqueológicos más importantes del Antiguo Egipto.
Fotos Fotolia: Jens Teichmann / Alfi
Trabajo publicado en: Oct., 2018.
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