Definición de Plaga

David Alercia
Licenciado en Biología

Las especies plaga son organismos que entran en conflicto con las actividades humanas, afectando principalmente la agricultura y la salud pública. Aunque el término ‘plaga’ no es un concepto ecológico válido, se utiliza comúnmente para describir a aquellos seres vivos cuya presencia resulta perjudicial para el hombre, ya sea porque provocan daños económicos directos (como una plaga de insectos que comen cierto cultivo) o por ser vectores de enfermedades (por ejemplo, una invasión de mosquitos).

Aunque intuitivamente se piensa en las plagas de insectos, esto está vinculado al ámbito agrícola, que es donde más se usa el término. Si nos atenemos a la definición, una plaga pueden ser cualquier organismo: insectos, roedores, aves, hongos, bacterias y virus. Las palomas (aves) suelen ser consideradas una plaga en algunas ciudades, ya que sus excrementos pueden arruinar cierta infraestructura.

Estos organismos, cuando sus poblaciones crecen mucho, y están presentes en gran número, pueden causar daños o representar una amenaza para la salud; por lo que se requieren medidas de control tendientes a disminuir la población del organismo plaga y minimizar esos daños.

El nivel de daño económico (NDE) es un concepto clave en el manejo de plagas. Se define como la densidad de población más baja que causa daño económico significativo. Es el nivel poblacional (cantidad de individuos de la población plaga) en el que las pérdidas causadas igualan el costo de las medidas de control. Cuando una población alcanza su NDE, si no se hace nada para controlar la plaga, los daños serán importantes.

Tipos de Plagas

Algunas especies pueden ser abundantes en un ecosistema pero no alcanzan densidades suficientes para ser consideradas plagas. Es decir, las poblaciones de esta especie se mantienen debajo del nivel de daño económico y no genera problemas.

Cuando la población comienza a crecer, la cantidad de individuos puede llegar a un punto problemático; pero las poblaciones de los organismos no son iguales y sus patrones de crecimiento son distintos. Por este motivo, pueden reconocerse varios tipos de plagas.

Plagas ocasionales

Las plagas ocasionales son aquellos organismos cuyas poblaciones generalmente se mantienen en niveles debajo del NDE pero pueden tener picos de densidad bajo ciertas condiciones, lo que puede superar su NDE y generar daños temporales significativos. Ejemplos de este tipo de plaga incluyen algunos insectos herbívoros, que pueden aparecer en grandes números en ciertas estaciones del año, o incluso en años distintos y causar daños a los cultivos.

Luego, la población vuelve a sus números de individuos promedio y la plaga desaparece.

Plagas severas

Las plagas severas son aquellas cuya abundancia siempre es mayor al nivel de daño económico, lo que implica que se deben aplicar medidas de control constante para reducir su densidad.

Estas plagas pueden causar daños significativos y persistentes en los cultivos si no se gestionan adecuadamente.

Organismos vectores

Un vector de un organismo patógeno es cualquier otro organismo capaz de llevarlo y contagiar de ese patógeno a las personas. Los organismos vectores son agentes trasmisores de enfermedades infecciosas, pero ellos mismos no son los patógenos que causan la enfermedad.

Por ejemplo, el dengue y el zyka son enfermedades causadas por virus capaces de infectar a ciertos mosquitos y usarlos como vector: cuando estos mosquitos infectados pican a las personas, el virus se transmite y contagia. El mosquito no causa estas enfermedades pero traslada el virus de una persona infectada a una sana.

Los organismos vectores son problemáticos porque su sola presencia es suficiente para causar preocupación, ya que pueden transmitir enfermedades. Si además la población de vectores es grande, la enfermedad que propagan puede convertirse en un problema de salud pública.

A diferencia de otros tipos de plagas, que solo requieren manejo para reducir su población y el daño que puedan causar, con los vectores el objetivo es erradicarlos.

Estrategias de control de plagas

Cuando una población sobrepasa el nivel de daño económico y comienza a causar daños, por lo general se recurre a estrategias de reducción de la población, para intentar llevarla nuevamente debajo del NDE. No es necesario erradicar una población plaga, solo hace falta mantener el número poblacional debajo del NDE.

Se pueden aplicar estrategias para evitar que la población se convierta en plaga, por ejemplo, el control biológico, que consiste en introducir o favorecer una población depredadora o parásita de la población plaga, para así mantener sus niveles de población bajos.

Por ejemplo, algunos peces, como las especies de los géneros Gambusia o Jenynsia, muy comunes, se alimentan de las larvas acuáticas de los mosquitos y pueden usarse para controlar las poblaciones de mosquitos vectores de enfermedades.

El control biológico puede ser efectivo para evitar que una población se vuelva plaga, pero cuando ya ha sobrepasado su NDE, uno de los pocos métodos que quedan es el uso de plaguicidas, es decir, sustancias tóxicas que matan a los individuos.

Una de las principales ventajas de los plaguicidas es que actúan rápido, y pueden acabar con la plaga en cuestión de días, a veces horas. Esto es algo imposible de lograr con el control biológico.

Desde luego que liberar una sustancia tóxica en el ambiente conlleva riesgos. Los plaguicidas pueden matar a la plaga, pero también a especies que no son plaga.

Por ejemplo, en las fumigaciones para controlar a los mosquitos, pueden llegar a morir hasta las aves. Con el uso de plaguicidas más potentes y tóxicos, el rango de especies que pueden resultar afectadas es mayor, incluso pueden afectar y causar daños en las personas.

El uso repetido e indiscriminado de plaguicidas puede llevar al desarrollo de resistencia en las poblaciones de plagas, sobre todo en los insectos.

La susceptibilidad al tóxico varía dentro de la población plaga, y nunca mueren el 100% de los organismos, quedando los más resistentes; que serán los que se reproduzcan. Así, por un proceso de evolución, puede surgir resistencia al plaguicida en la población; obligando a usar plaguicidas nuevos y más tóxicos, con más efectos negativos.

Por ello, es necesario dejar cierto porcentaje del cultivo sin tratar para evitar la resistencia y evaluar en cada caso los costos y beneficios de controlar la plaga, al igual que las estrategias a usar; porque en ocasiones los costos de las medidas de control son mayores a los daños causados por la plaga.

 
 
 
Por: David Alercia. Licenciado en Biología por la Universidad Nacional de Córdoba, especializado en gestión ambiental, y trabaja en turismo científico.

Art. actualizado: Sep. 2024; sobre el original de marzo, 2010.
Datos para citar en modelo APA: Alercia, D. (Sep. 2024). Definición de Plaga. Significado.com. Desde https://significado.com/plaga/
 

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