Definición de Pleitesía

El vocablo pleitesía viene del latín, concretamente de la palabra pleités que, a su vez, viene del verbo placere, que quiere decir gustar, agradar o parecer apropiado. El sustantivo placitum hace referencia a aquello que gusta a alguien. Con el paso del tiempo, el término fue evolucionando en su significado y pleitesía es una manifestación de reconocimiento hacia alguien.

En otras palabras, se trata de una muestra de respeto. Sin embargo, no se trata de un respeto entre personas iguales sino que normalmente hay un individuo que ostenta una posición privilegiada y otro que se encuentra por debajo de él.

La expresión rendir pleitesía

«Rendir pleitesía» es una expresión corriente en español e indica una actitud de reverencia hacia alguien, normalmente una persona con algún rango elevado y con cierto poder. Por ejemplo, «mi amigo rinde pleitesía a su jefe». En este sentido, en ocasiones se emplea como sinónimo de otra expresión, «hacer la pelota a alguien», es decir, adularla.

También, se puede utilizar en un sentido despectivo, dando a entender que alguien tiene una actitud servil con respecto a otra persona, por ejemplo, «el nuevo trabajador rinde pleitesía al jefe de personal porque está preocupado por su futuro laboral«.

Por otra parte, rendir pleitesía equivale a rendir culto en algunos contextos, tal y como sucede cuando alguien admira profundamente a un personaje famoso («mi madre rinde pleitesía a los Rolling Stones»).

Una reflexión sobre el término

Tanto la palabra pleitesía como la expresión rendir pleitesía son formas cultas que se utilizan con poca frecuencia. Este uso poco habitual tiene una explicación sociológica: en el modelo sociedad en el que vivimos no hay grupos sociales privilegiados por su nacimiento. De esta forma, aunque siga habiendo ricos y pobres, jefes y empleados, no hay un sistema estamental de la sociedad y, en consecuencia, no hay que rendir pleitesía a nadie de manera obligatoria.

Durante la Edad Media en España sí había una división social y esto provocaba que las clases sociales inferiores tuvieran que rendir pleitesía a las superiores. En este sentido, son varios los conceptos que hacen referencia a la sumisión de unos con respecto a otros: vasallaje, siervo, plebeyo y otros.

Así, el vasallo tenía que rendir pleitesía al señor y lo mismo sucedía al señor con respecto al noble y al noble en relación con el soberano. De alguna manera, la inmensa mayoría de la población tenía que rendir pleitesía a alguien y no se trataba de una fórmula de cortesía sino que expresaba una actitud servil, obediente y dócil.

Fotos: iStock – webphotographeer / ilbusca