Definición de Procuraduría

La Procuraduría de una nación es la institución que representa al conjunto de los ciudadanos ante el estado. Por lo tanto, se trata de un organismo que forma parte del ministerio público y cuya función es velar por el correcto funcionamiento de la administración. La persona que representa este organismo es el procurador general del estado.

La institución de la Procuraduría está presente en la mayoría de naciones latinoamericanas, ya que a partir de su independencia en el siglo XlX se incorporó la figura del procurador como el responsable del estado que debía vigilar el cumplimiento de la ley y el funcionamiento del estado en su conjunto.

En cambio en España, la figura del procurador recibe otra denominación, fiscal general del estado. En el caso de Gran Bretaña, quien ejerce la defensa del estado es conocido como Solicitor general.

Para que la Procuraduría General de una Nación pueda ejercer sus funciones con independencia este organismo tiene autonomía de tipo administrativo y financiero.

Aspectos generales de las Procuradurías de una Nación

El cargo de procurador general de la nación es normalmente elegido por los representantes del pueblo, por ejemplo por los senadores.

Como es lógico, la leyes establecen una serie de limitaciones para ejercer dicho cargo (por ejemplo, no pueden ejercerlo quien haya sido condenado judicialmente o quien haya sido excluido del ejercicio de su profesión).

Las principales funciones de esta institución son diversas: la defensa de los derechos humanos, la prevención del delito y la sanción administrativa o disciplinaria en el ámbito de la administración pública. Por otra parte, el procurador actúa como mediador ante posibles conflictos, promueve intervenciones de carácter humanitario o aprueba los reglamentos de los distintos organismos del estado.

El origen histórico de las procuradurías

Esta figura legal ya se encontraba en el Derecho Romano, donde el Cognitor y luego el Procurador eran los representantes del estado ante la justicia. Con el paso del tiempo, la figura del Procurador se ocupó también de vigilar el patrimonio del estado. Esta institución no desapareció por completo con la caída del Imperio romano, ya que los reyes visigodos de la península ibérica mantuvieron los principios del Derecho Romano.

Durante la ocupación musulmana de la península se mantuvo la institución del procurador pero su verdadera dimensión se consolidó a partir del siglo XlV en las cortes castellanas. A partir de la colonización de América a finales del siglo XV, los nuevos territorios de la Corona de Castilla incorporaron la institución de la procuraduría.

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