Definición de Pueblo Aymara

Hace 2000 años vivía el pueblo Aymara. Su territorio natural se encontraba en el altiplano andino y se extendía por zonas del actual Perú, Bolivia, Ecuador, Chile y Argentina. Creían en el Sol como principal divinidad y adoraban también a la Madre Tierra, conocida como la Pachamamá.

Con el paso del tiempo, cayeron bajo el dominio del pueblo inca y luego estuvieron sometidos por los conquistadores españoles, pero a pesar de ello han mantenido sus tradiciones milenarias hasta la actualidad.

Principales rasgos de la identidad de este pueblo

Según la mentalidad de este pueblo los individuos tenían una estrecha relación con la Madre Tierra y este vínculo se plasmaba en la vida cotidiana a través de las actividades agrícolas que les proporcionaban alimentos.

La lengua de los Aymaras no ha desaparecido y se continúa hablando (especialmente en Bolivia y Perú).

Los restos arqueológicos encontrados permiten extraer algunas conclusiones:

1) su sistema de numeración era muy rudimentario,

2) su vida diaria dependía de las llamas, las raíces, las papas y la quinoa,

3) practicaban un comunismo social basado en la idea de compartir los bienes que proporciona la Tierra,

4) tenían un gran dominio para la edificación en piedra y

5) se caracterizaban por un espíritu guerrero.

Cuando los españoles ocuparon el territorio del actual Perú, la etnia Aymara fue la única que opuso una férrea resistencia.

Una de sus señas de identidad es el consumo de hoja de coca, que normalmente se utiliza en ceremoniales de curación

Las comunidades estaban formadas por una agrupación de familias conocida con el término ayllu. Cada ayllu tenía su propio líder social y juez de la comunidad, el curaca. Una parte de los bienes obtenidos acababa en manos de los líderes religiosos de la comunidad.

La anata es un ritual que todavía mantienen los pueblos Aymaras

Si bien la mayoría de rituales están mezclados con la tradición cristiana y forman un sincretismo religioso, conservan algunas tradiciones. Entre ellas destaca la anata aymara. Se trata de una festividad muy similar al carnaval occidental, pero su origen tiene una relación directa con los ciclos de la naturaleza y la fertilidad de la tierra.

En las últimas décadas esta cultura se ha dado a conocer a través de la bandera Wiphala, una enseña multicolor que expresa la resistencia cultural de esta etnia.

Fotos: Fotolia – Fabio Lamanna – Curioso