Definición de Razonabilidad

Una idea o una argumento tiene razonabilidad cuando tiene un fundamento válido, es decir, cuando se basa en la razón humana.

Se dice que algo resulta razonable (y por lo tanto tiene razonabilidad) cuando presenta alguna característica que lo convierte en sensato, aceptable, útil o conveniente.

Una perspectiva que varía según la persona

No existe una razonabilidad pura y objetiva, sino que cada individuo tiene su propio criterio sobre lo que resulta razonable o no. Sin embargo, es posible determinar una serie de aspectos que normalmente intervienen en la razonabilidad.

Los cuatro elementos clave de la razonabilidad

Validez de la consigna

Una propuesta será previsiblemente considerada como poco razonable si se opone al sentido común de la mayoría. La defensa del sentido común como garantía de razonabilidad tiene sus límites, ya que en ocasiones el pretendido sentido común es contrario a la verdad (la idea de que la tierra era plana resultó razonable durante siglos porque inicialmente se basaba en el sentido común).

La coherencia en la lógica planteada

Algo no será razonable si no respeta ciertos principios de la lógica. Existe, por ejemplo, el principio de no contradicción, que afirma que algo no puede ser y no ser al mismo tiempo (no tendría sentido decir que una película me parece aburrida y divertida, salvo que esta contradicción fuera aclarada de alguna forma). Hay otros principios o leyes lógicas que deben respetarse para que una idea sea razonable (la ley de identidad o la ley del medio excluido son otras de las más relevantes).

Debe estar dentro del marco legal

Para que una propuesta tenga razonabilidad es conveniente que se encuentre dentro de la ley, es decir, que sea algo totalmente legal y que no contradiga las normas establecidas.

El miedo a lo nuevo y diferente

Por último, la costumbre es otro factor que determina la razonabilidad de una idea. Cuando aparecen cosas novedosas, con cierta con frecuencia son rechazadas, porque no estamos acostumbrados a ello, nos resulta extraño y, en consecuencia, hay una inclinación para no aceptarlo. Pensemos en un fenómeno histórico, el topless. Cuando se empezó a practicar en algunos países, fue considerado inmoral, contrario a las buenas costumbres y, lógicamante, como algo no razonable. Con el tiempo, la misma valoración ha cambiado radicalmente y en la actualidad no parecería razonable prohibir el topless.

En conclusión, la razonabilidad depende de un factor objetivo (los principios lógicos) y de tres factores subjetivos o cambiantes (el sentido común, la ley y la costumbre).