Definición de Reencarnación

El fenómeno conocido como reencarnación es aquel que tiene asiento en una gran variedad de religiones del planeta según las cuales los seres vivos no viven sólo una vez si no que, una vez llegada la muerte, puede el alma reencarnar en otra forma o espíritu de manera interminable y eterna, consciente o inconscientemente. De acuerdo a los textos sagrados, la religión católica no da lugar a la reencarnación aunque sí habla de resurrección. Etimológicamente, la palabra reencarnación tiene que ver con la idea de «volver a hacerse carne», proceso que lleva a cabo el alma cuando el cuerpo perece.

Para comprender claramente la idea de reencarnación debemos hablar de la noción de vida eterna y de transmigración de las almas. Para la mayoría de las religiones orientales, el ser vivo es un alma con un cuerpo dado místicamente. Una vez que el cuerpo perece por desgaste, enfermedad o por otras causas, el alma no acusa el mismo proceso, por lo cual debe migrar a otro cuerpo. Para algunas religiones, este acto se da a partir del nacimiento de otro ser vivo, por lo cual el alma no es exactamente igual a lo que era si no que pierde y gana algo cada vez que pasa por un proceso de reencarnación.

Aquí es donde entra para las religiones orientales basadas en el hinduismo la noción de karma, aquel ciclo que hace que todo lo que un ser vivo pasó o vivió en una vida vuelva a afectarlo en su vida siguiente. Hoy en día el concepto se utiliza en Occidente para hacer referencia a que todos los actos que cometemos tienen consecuencias, no sólo en esta vida si no eternamente.

Para las religiones monoteístas como el cristianismo o el judaísmo, la reencarnación no es aceptada ya que supone que un alma puede convertirse en varios cuerpos posibles a lo largo de la eternidad. Así, se habla de resurrección, lo cual quiere decir que ese mismo alma vuelve a resucitar en el más allá pero en la misma forma en la que existía previo a la muerte. El ejemplo más claro de esto es el caso de la resurrección de Jesús según la cual el hijo de Dios resucita al tercer día de muerto pero en el mismo cuerpo.