Definición de Remediación de Suelos
Licenciado en Biología
La remediación de suelos es un proceso a través del cual se tiene por objetivo curar o minimizar el daño causado sobre una zona. La contaminación del suelo es la acumulación de materiales extraños en el suelo, que naturalmente no estarían presentes en el sistema. Estos materiales extraños pueden tener fuentes naturales, como erupciones volcánicas o intensas tormentas pero la mayoría tiene su origen en fuentes antrópicas, es decir, derivadas de las acciones humanas.
La contaminación del suelo es un problema ambiental grave que puede tener consecuencias perjudiciales para la salud humana y los ecosistemas. Los contaminantes no solo pueden dañar la biodiversidad del suelo (flora, fauna y microbiota) sino que también pueden alcanzar los depósitos de aguas subterráneas o, si se trata de sustancias volátiles, evaporarse y pasar al aire; afectando así a otros sistemas ambientales, y amplificando el daño ambiental.
El desarrollo tecnológico ha permitido utilizar algunos procesos físicos, químicos y biológicos para intentar extraer los contaminantes del suelo y las aguas subterráneas asociadas. Esta descontaminación se conoce como remediación, y su objetivo es devolver la calidad ambiental a un sistema contaminado.
Conviene hacer una aclaración importante: el objetivo no es devolver el sistema al estado anterior al evento de contaminación, porque muchas veces eso es muy caro o directamente imposible. Lo que se intenta hacer es llevar el sistema a un estado aceptable, en el que los niveles de contaminación no sean dañinos para la biodiversidad ni para la salud de las personas.
Existe una variedad de técnicas de remediación de suelos, desarrollados para distintos escenarios de uso, como ser distintos tipos de contaminantes y distintos tipos de suelo. Cada una de estas tecnologías tiene un costo asociado a su implementación y un tiempo de acción; es decir, que la descontaminación no se logra de un día para el otro, sino al cabo de un tiempo de tratamiento, que puede variar desde días a años; aunque la mayoría de los métodos comienzan a dar resultados en algunas semanas o meses.
Todas estas tecnologías tienen la finalidad de aislar, separar o eliminar los agentes contaminantes del suelo; para reducir su concentración y el daño ambiental que provocan y se basan en favorecer o acelerar algún proceso físico, químico o biológico que conduzca a la separación de las sustancias químicas del suelo, para así poder extraerlas (por ejemplo, calentamiento, cambios de estado, dilución, descomposición biológica, etc.).
En algunos casos, como con los métodos físicos de incineración o la descomposición biológica se logra también destruir esas moléculas contaminantes.
Clasificación de tecnologías de remediación
Las tecnologías de remediación se pueden clasificar de acuerdo al tipo de transformación que provocan en el contaminante en métodos físicos (métodos de inmovilización), químicos (provocan un cambio fisicoquímico en la sustancia, como un cambio de estado o alteraciones en la estructura química de la sustancia contaminante) o biológicos (que son métodos mediados por seres vivos).
Otra clasificación útil es dividir los métodos de acuerdo al lugar donde se realiza el tratamiento del material contaminado. Los métodos in situ pueden realizarse en el sitio contaminado, mientras que otros requieren excavar y remover el suelo contaminado para tratarlo ex situ y devolverlo ya descontaminado a su lugar.
Algunos tipos de contaminación, o de suelos, requieren varios tratamientos para poder lograr una descontaminación aceptable, o ciertas combinaciones de tratamientos pueden ser más efectivos que uno solo. Cuando los tratamientos se usan combinados se dice que se aplica un tren de tratamientos.
Tecnologías de remediación
Métodos físicos
Entre los métodos físicos, los más usados son la colocación de barreras de contención, para confinar el contaminante en un sitio.
Las barreras de contención son retiradas cuando los contaminantes han sido eliminados y su concentración es segura.
Cuando los contaminantes son difíciles de tratar o los procesos de eliminación son costosos, se puede recurrir al confinamiento permanente, como se hace con la contaminación radioactiva.
En este caso, se debe localizar un sitio donde se pueda hacer un buen aislamiento, cubrimiento y sellado de los contaminantes para evitar el contacto con el agua, aire y suelo. Los depósitos que contienen a los contaminantes están diseñados para evitar cualquier fuga y daño ambiental.
Por sí mismos, estos métodos no eliminan la contaminación, pero evitan que se traslade a sitios aún no contaminados; por lo que son muy útiles y suelen ser usados en combinación con algún método químico o biológico.
Métodos físico-químicos
Uno de los métodos físico-químicos más comunes y baratos es la ventilación de suelos.
Este proceso se realiza in situ y es particularmente efectivo para contaminantes volátiles como los hidrocarburos.
La premisa básica de este método es que este tipo de moléculas volátiles pasan a estado gaseoso a temperatura ambiente, y esos gases contaminantes pueden ser retirados del suelo.
Mediante una bomba y unas cañerías enterradas, se bombea aire al suelo y por otros caños, se extrae el aire de suelo. El aire que se extrae arrastra los contaminantes en estado gaseoso. Posteriormente, esos vapores son tratados con otros métodos para eliminar la contaminación antes de verterlos a la atmósfera.
Esta técnica puede tener variaciones para adaptarla a diferentes contaminantes, por ejemplo, el aire puede ser calentado para elevar la temperatura del suelo y favorecer la evaporación de los contaminantes menos volátiles.
El lavado de suelo es otra opción efectiva para tratar suelos contaminados por metales y compuestos orgánicos volátiles. Es parecida a la anterior, pero en este caso, el fluido que se introduce es agua, a veces complementada con aditivos químicos para aumentar la eficiencia del proceso.
Aquí, los contaminantes solubles son arrastrados por la corriente de agua, que luego se retira y se descontamina antes de devolverla al ambiente.
La destrucción térmica o calentamiento es una técnica que se usa para suelos contaminados por aceites, hidrocarburos, solventes clorados y no clorados, y cianuros.
El suelo contaminado se traslada a un horno donde se somete a temperaturas elevadas. Este proceso evapora los contaminantes. El calentamiento es un método costoso, ya que requiere excavar y trasladar el suelo contaminado y consume grandes cantidades de energía.
Métodos biológicos
la degradación biológica es una opción viable para suelos contaminados con aceites, hidrocarburos, algunos compuestos clorados y plaguicidas.
Se basan en aprovechar las capacidades metabólicas de algunos organismos vivos para trasformar o almacenar el contaminante.
Muchas bacterias y hongos son capaces de digerir moléculas orgánicas y transformalas en sustancias menos dañinas. Este método se conoce como biorremediación microbiana, y los microorganismos usados pueden o no ser nativas de la zona afectada.
La biorremediación por plantas se conoce como fitorremediación, y se basa en la capacidad de las plantas de absorber sustancias disueltas a través de sus raíces. Diferentes especies de plantas son capaces de absorber y almacenar distintos contaminantes, y este método es particularmente efectivo con metales.
Una vez finalizado el tratamiento, las plantas (que han almacenado el contaminante) deben tratarse como un residuo peligroso y eliminarse.
Las técnicas de biorremediación son económicas, y se utilizan mucho, incluso a escala doméstica para el tratamiento de suelos y aguas contaminadas.
Trabajo publicado en: Nov., 2024.
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