Definición de Sacerdocio

La palabra sacerdocio presenta un uso especial en el ámbito de la religión, dado que allí se la usa para designar tanto a la dignidad, el cargo y el ejercicio de la profesión de sacerdote que despliega un individuo.

Cargo, dignidad y ejercicio de la profesión de sacerdote que desarrolla un individuo en la religión

El sacerdote es un hombre que se dedica de manera profesional y exclusiva a ejercer como mediador entre los integrantes de una comunidad religiosa y la divinidad que estos adoran, por ejemplo, en el caso del cristianismo , entre Dios y los cristianos.

Cabe destacarse que en las religiones politeístas, por ejemplo en las culturas romanas y griegas, cada divinidad tenía sus propios sacerdotes, así Zeus tenía uno, Afrodita otro, etc.

En tanto y especialmente en la antigüedad el sacerdote solía ocupar una posición social de privilegio.

Justamente en la Edad Media, el clero, tal como se denomina al conjunto de los sacerdotes de la Iglesia Católica, disponían de una notable relevancia e influencia en el plano político además de en el contexto religioso.

Catolicismo: cursar el seminario para recibirse de sacerdote

Para desempeñarse como sacerdote, en el catolicismo, el aspirante a sacerdote debe ingresar al seminario que es una institución de formación destinada a tal efecto y a través de la cual una vez finalizados y aprobados los estudios pertinentes la persona podrá acceder al ministerio sacerdotal.

Es decir, el propósito del seminario es la formación de pastores.

Requisitos

Entre las condiciones que se exigen se cuentan: ser varón, tener una clara vocación sacerdotal, capacidad intelectual e espiritual, ser católico, y haber recibido los sacramentos de bautismo, comunión, confesión y confirmación, y aceptar el celibato.

Generalmente, los seminarios pertenecen a una diócesis y su autoridad máxima es el obispo.

También en el Judaísmo existen estas instituciones formadoras.

Recepción del sacramento del Orden Sagrado

Se considerará sacerdote formalmente a aquel individuo que haya recibido el sacramento del orden sagrado en la religión cristiana.

En tanto, una vez que se encuentre en esta condición su misión será servir a Dios y a la Iglesia de manera exclusiva y permanente, dedicado a la oración, la evangelización y siendo el medio entre los fieles y Dios, o sea, dedicación absoluta y plena.

Una vez consagrado el sacerdote podrá ejercer las siguientes funciones: gobierno, celebración de los sacramentos y evangelización.

Al igual que los otros sacramentos, tales como el bautismo o la comunión, el orden sagrado, implica un compromiso enorme y de por vida, excepto renuncia o que medie alguna causa grave y se lo retire.

Este sacramento es únicamente transmitido por un obispo vía imposición de manos y el rezo de una oración en la cual se pide a Dios que conceda la gracia.

Vale aclarar que en el catolicismo este sacramento se les confiere únicamente a los hombres y no a las mujeres, aunque en otras vertientes del cristianismo se transmite a mujeres.

Ahora bien, existen diversos niveles en materia de orden: diaconado, presbiterado y obispado…

Los diáconos pueden bautizar y casar parejas, los presbíteros pueden celebrar la comunión y perdonar los pecados a través del sacramento de la confesión.

Y a los obispos se les reserva la exclusividad para otorgar el orden sagrado, más el resto de las anteriores actividades.

Debemos decir que el celibato es una condición obligatoria que deben cumplir y respetar todos los sacerdotes y los obispos.

Es una norma que debe ser cumplida, caso contrario se puede echar al que no lo cumple con la misma.

Si bien es una de las normas más discutidas y polémicas del catolicismo, jamás se ha discutido en el seno de la Iglesia su derogación, es decir, siempre se ha cuestionado desde afuera.

Por su parte, el sumo sacerdote será la autoridad más importante de una confesión.

Por caso, es que al Papa los católicos lo llaman también Sumo Pontífice.

Dedicación especial que una persona manifiesta en una tarea noble

Por otra parte, en el lenguaje coloquial también se usa extendidamente esta palabra para dar cuenta de la dedicación y el compromiso que una persona tiene con la realización de una actividad, profesión o tarea que destaca por su nobleza.

Por supuesto este uso deriva directamente de la referencia original que se le atribuye en la religión.

“ La docencia es un sacerdocio para mi hermano.”