Definición de Satélite
Licenciado en Física
Un satélite es un objeto astronómico o dispositivo artificial que tiene una órbita estable alrededor de otro cuerpo más grande y masivo, generalmente un planeta. La mayoría de las veces se suele utilizar el término de ‘luna’ como sinónimo de satélite, sobre todo cuando se hace referencia a los satélites naturales que posee un planeta.
La Luna es el satélite natural de nuestro planeta y desde nuestros orígenes ha influido en nuestras vidas y en nuestra mitología. Los primeros satélites naturales del Sistema Solar en ser descubiertos fueron las lunas de Júpiter en 1610, conocidas también como “lunas galileanas” en honor a su descubridor Galileo Galilei. En 1957 se puso en órbita el primer satélite artificial de la historia conocido como Sputnik 1, que fue lanzado por la entonces Unión Soviética. Este último suceso dio paso a una nueva era tecnológica basada en satélites que ha tenido un enorme impacto en las telecomunicaciones, la meteorología, la investigación científica, entre otras áreas.
Estas breves historias nos muestran lo imprescindibles que han sido y que son los satélites para nosotros. Desde nuestra Luna creando las mareas en los océanos, hasta los satélites que nos permiten comunicarnos en tiempo récord. Por estas y muchas otras razones es que se ha invertido demasiado tiempo, ingenio y dinero para entender a toda clase de satélites.
Clasificación de satélites
Existen esencialmente dos grandes categorías con las que se clasifican a los satélites: “Naturales” y “Artificiales. Los primeros son aquellos cuerpos celestes que orbitan de manera natural alrededor de un planeta. Por el contrario, los segundos son dispositivos o naves espaciales construidas por el ser humano y que se ponen en órbita alrededor de la Tierra o de otro cuerpo celeste. A continuación, ahondaremos un poco más en ello.
Los satélites naturales y su importancia
El satélite natural con el que estamos más familiarizado es la Luna. La Luna es el único satélite natural que orbita nuestro planeta. Se trata de un cuerpo rocoso con un radio aproximado de 1,700 km y una masa que representa 1/80 parte de la masa de la Tierra, estas características hacen que la gravedad en la superficie de la Luna sea unas 6 veces menor a la de nuestro planeta. La Luna orbita a una distancia aproximada de 384,400 km y completa una órbita en aproximadamente 27 días. Debido a un fenómeno conocido como “acoplamiento por marea”, su periodo orbital es igual a su periodo rotacional. Además, es el único cuerpo astronómico distinto a la Tierra que ha pisado la humanidad.
Los otros satélites naturales del Sistema Solar más conocidos son las lunas galileanas. Estos satélites fueron descubiertos por Galileo Galilei cuando observó Júpiter con su telescopio en 1610. Los cuatro satélites galileanos recibieron los nombres de “Ío”, “Europa”, “Ganímedes” y “Calisto”, estos nombres fueron tomados de la mitología griega. A pesar de que estos son los satélites más grandes y conocidos de Júpiter, este planeta cuenta con aproximadamente 90 satélites naturales identificados.
Otros satélites naturales de gran importancia son las lunas de Saturno, entre las que destaca su luna más grande “Titán”. Los satélites naturales “Fobos” y “Deimos” de Marte también han sido de gran interés para el estudio del Sistema Solar. Finalmente, tenemos a Tritón, la luna más grande de Neptuno, la cual se piensa que es un objeto proveniente del Cinturón de Kuiper que fue capturado gravitacionalmente por Neptuno.
Los satélites naturales son de gran importancia para la estabilidad gravitacional de un planeta ya que aportan interacciones gravitatorias adicionales. Estos cuerpos celestes también juegan un papel protagónico en los fenómenos de mareas. En nuestro planeta la Luna es fundamental para la formación de las mareas en los océanos, lo cual tiene un importante impacto en materia humana y en la fauna marina.
Los satélites naturales también son de gran interés para la investigación científica y el estudio de Universo. Algunas lunas como Europa y Titán cuentan con las condiciones adecuadas para ser de los mejores candidatos en nuestro Sistema Solar para buscar vida extraterrestre y para investigar sobre química prebiótica. Las lunas de Marte y Titán de Neptuno parecen ser asteroides que fueron capturados por estos planetas, estudiar estos satélites nos brinda pistas sobre el proceso de captura de asteroides y sobre dinámica orbital.
Los satélites artificiales y sus aplicaciones
Aunque en un principio los satélites artificiales fueron construidos con el objetivo de ganar la carrera espacial, inmediatamente se les vio el excelente potencial que tenían para distintas aplicaciones de gran importancia para la humanidad. Gran parte del avance tecnológico moderno se ha logrado gracias a la puesta en órbita de satélites artificiales alrededor de nuestro planeta.
La aplicación más conocida que tienen los satélites artificiales es la relacionada con las telecomunicaciones. Los satélites de telecomunicaciones permiten transmitir señales de televisión, radio, telefonía e internet alrededor de todo el mundo. Esto ha jugado un papel fundamental en la globalización y en las comunicaciones a nivel global.
Otra aplicación de gran importancia que tienen los satélites artificiales es la observación terrestre y la geolocalización. Algunos satélites que son puestos en órbita tienen el objetivo de monitorear el clima y las condiciones meteorológicas de nuestro planeta, lo cual nos ha permitido hacer predicciones del tiempo atmosférico, predecir algunos desastres naturales y monitorear el cambio climático. Otros satélites son utilizados para los sistemas de GPS que nos permiten ubicarnos y guiarnos a través de la superficie de la Tierra.
Los satélites artificiales son y han sido de gran importancia para la investigación científica. El Telescopio Espacial Hubble nos ha permitido observar diversos objetos y fenómenos astronómicos que no serían posibles de detectar sin esta tecnología. El Telescopio Espacial James Webb ampliará esta misión del Hubble y nos permitirá observar el Universo como nunca ha podido ser observado. Además, el Observatorio de Rayos X Chandra nos ha ayudado a detectar fenómenos astronómicos muy intensos como estrellas de neutrones, cuásares y supernovas.
Art. actualizado: Agosto 2024; sobre el original de marzo, 2010.
Referencias
Halliday D., Resnick R. & Walker J. (2014). Fundamentals of Physics, 10th Edition. United States: John Wiley & Sons, Inc.Bradley W. Carroll, Dale A. Ostlie. (2014). An Introduction to Modern Astrophysics. Edinburgh: Pearson.
Parkaj J. (2015). An Introduction to Astronomy and Astrophysics. United States: CRC Press.
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