Definición de Selección Natural
Licenciado en Biología
El concepto de selección natural fue aquel desarrollado e implementado por el naturalista y biólogo inglés Charles Darwin en el siglo XIX luego de observar numerosos sistemas de flora y fauna en diversas partes del mundo. Este concepto supone, en términos generales, la idea de que los seres vivos desarrollan un sistema de adaptación al medio en el que viven más o menos efectivo que depende de sus capacidades intrínsecas para encontrar alimento, para sobrevivir a posibles predadores, para sobrevivir a diferentes condiciones climáticas, etc. La idea de selección natural nos permite entender entonces que a medida que la vida se desarrolla sobre el planeta, se lleva a cabo un proceso de selección de aquellos seres más aptos, fuertes y preparados para enfrentar diverso tipo de situaciones o circunstancias.
Ejemplo de las jirafas
Imagina una población de animales, como las jirafas. Estas jirafas tienen cuellos de diferentes longitudes, algunas cortos y otras tienen cuellos un poco más largos; de la misma manera que en la población humana algunos somos más altos que otros. Las diferencias entre los distintos individuos se deben a la variabilidad genética que existe dentro de las poblaciones.
En la población humana, ser más alto o bajo no supone mayores problemas, pero estas jirafas viven en una zona con árboles altos y su principal fuente de alimento es el follaje de esos árboles. Las jirafas con cuellos largos podrán alcanzar las hojas más altas, a las que muy pocos animales llegan y conseguir más alimento; con menos competencia.
Las jirafas con cuellos más cortos no podrán alcanzar esas hojas, y se verán obligadas a comer de las hojas bajas del árbol. Hay muchos más animales capaces de alcanzar y comer esas hojas: hay más competencia por esas hojas bajas y, puede ocurrir, que la cantidad de alimento que consiguen es menor a la que consiguen las jirafas con cuellos largos. Una diferencia en la longitud del cuello permite a las jirafas con cuellos más largos acceder a una fuente de alimento nueva, donde tienen menos competencia y posiblemente, puedan comer de allí más cantidad.
La selección natural es uno de los conceptos más importantes en la biología moderna, ya que nos permite comprender cómo las especies cambian y se adaptan a lo largo del tiempo. La interacción entre la selección natural, las mutaciones y la reproducción sexual es esencial para comprender la biodiversidad y la complejidad de la vida en nuestro planeta. La naturaleza está en constante cambio, y la selección natural es una de las principales fuerzas que impulsan ese cambio, permitiendo que las especies se adapten y evolucionen para sobrevivir en un mundo cambiante.
La aptitud
Las jirafas con cuellos más largos tienen esa característica por azar, como puede ocurrir que una persona tenga ojos de color marrón, verdes o azules; y por eso no son más fuertes ni nada por el estilo. Pero esta característica les da una ventaja adaptativa: pueden conseguir una mejor fuente de alimentos.
En ese ambiente de árboles altos, tienen una ventaja adaptativa o una mayor aptitud. En un ambiente con árboles más bajos, o donde la competencia por el follaje de los árboles no sea un problema, quizá las jirafas con cuello largo pierdan su ventaja adaptativa.
La aptitud es siempre relativa al ambiente. Puede que una característica adaptativa en un tipo de ambiente no lo sea en otro.
Los animales mejor alimentados son los que tienen mayores probabilidades de sobrevivir y llegar a reproducirse. Esto no significa que el menos apto está condenado a morir sin dejar descendencia (a veces puede ocurrir), solo significa que las chances de las jirafas de cuello más largo de llegar a reproducirse y tener crias son un poco mayores.
En otras palabras, si en la población de jirafas hay 20 parejas con crías, probablemente haya más de 10 parejas formadas por dos jirafas de cuello largo, y, además, las crias cuyos padres tienen mejor acceso a alimentos comerán mejor, y ellas también tendrán más probabilidades de crecer sanas.
La selección natural no es la supervivencia del más fuerte, sino la supervivencia del más apto.
Las jirafas, cuyos dos padres tienen cuellos largos, probablemente lo heredarán, y se repetirá el ciclo. Mientras el ambiente no cambie, y los árboles de los que comen las jirafas sigan siendo altos, el cuello más largo será una ventaja adaptativa.
A lo largo del tiempo, la población de jirafas tenderá a tener más individuos con cuellos largos, y en cada generación habrá cada vez más jirafas de cuello largo.
Así, quizá llegue un momento en que las jirafas de cuello corto en ese lugar de árboles altos sean muy pocas o que no quede ninguna.
Nuestra imaginaria población de jirafas ha evolucionado para adaptarse al ambiente, y lo ha hecho por selección natural en la que aquellos individuos más aptos son los que más probabilidades tienen de sobrevivir y reproducirse.
Puede parecer irreal, porque actualmente todas las jirafas tienen cuellos largos, pero esto es lo que ocurrió con los ancestros de las jirafas que eran más parecidos a los caballos. La evolución es un proceso lento que se da por acumulación de pequeños cambios generación tras generación. La evolución de las jirafas llevó aproximadamente 15 millones de años.
Tipos de selección natural
La selección natural puede manifestarse de varias formas, dependiendo de las presiones ambientales y las características de la población.
Selección natural direccional
Este tipo de selección ocurre cuando una característica específica de una población se vuelve adaptativa.
Las jirafas con cuellos largos tendrán una ventaja para obtener comida. Con el tiempo, esta característica se volverá común en la población. La característica “cuello largo” aumenta la aptitud del individuo, y está bajo “selección positiva”.
Selección estabilizadora
La selección estabilizadora favorece a los individuos con características promedio en lugar de los extremos.
Imagina un grupo de aves que se alimentan de insectos en aguas poco profundas. Los insectos nadan unos centímetros por debajo de la superficie del agua, por lo que las aves con picos demasiado largos o demasiado cortos tendrían dificultades para atraparlos, pero las aves con picos de longitud intermedia serían las más exitosas en obtener alimento. En este caso, la ventaja adaptativa es el pico intermedio, y ese será el rasgo seleccionado. Con el tiempo, la población de aves verá un aumento en individuos con picos de longitud promedio.
Selección natural disruptiva
En algunos casos, los extremos son favorecidos en lugar de los promedios. Pero aquí, a diferencia de las jirafas, se seleccionan ambos extremos.
Por ejemplo, en un entorno donde las semillas vienen en dos tamaños, pequeñas y grandes, las aves que tienen picos finos o anchos pueden tener ventajas al especializarse en alimentarse de un tipo específico de semilla. En cambio, las aves con picos de ancho intermedio no están cómodas con ningún tipo de semilla.
La variabilidad genética
Con los ejemplos queda claro que la variabilidad de la descendencia es la clave para que opere la selección natural. Si todos los individuos son iguales, entonces no hay selección posible.
En las poblaciones naturales, la variabilidad genética se produce por mutación. Por mutación aparecen las distintas variantes de los genes.
Las mutaciones son cambios aleatorios en el material genético (ADN) de un organismo.
Aún en aquellas poblaciones de organismos con reproducción asexual, en la que son todos clones, existe variabilidad porque ocurren mutaciones.
Pero la mayoría de las poblaciones de organismos vivos tiene otra manera de fomentar la variabilidad genética: la reproducción sexual.
Este tipo de reproducción implica la combinación de material genético de dos organismos diferentes, cada uno con sus propias mutaciones. Cada una de las crias es una “mezcla” única del material genético de sus padres.
La variabilidad genética es crucial porque proporciona a una población una «caja de herramientas» genética para enfrentar cambios en el entorno. Cuando los individuos de una población tienen diferentes combinaciones de genes, algunos de ellos pueden estar mejor adaptados a condiciones cambiantes.
La baja variabilidad genética es una condición preocupante en las especies, ya que es un factor de extinción. Cuando una población ya no tiene variabilidad, lo que ocurre es que esa población ya no puede adaptarse, y si el medio cambia, las probabilidades de que algunos individuos sobrevivan se reducen. Esto ocurre por ejemplo con las especies endémicas, las que viven en un solo lugar del mundo, frecuentemente en islas o montañas.
Art. actualizado: Oct. 2024; sobre el original de septiembre, 2010.
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